Últimas Noticias

La crónica negra del Santos (Primera parte)

Opinión / Slider / 1 julio, 2020

Por: Sergio Luis Rosas

Desde sus equipos precursores y entre peligros de descenso, el amor de la afición, compraventas empresariales y hasta partidos amañados, así ha sido la historia del futbol varonil profesional en la Comarca Lagunera. Ésta es la primera entrega de la crónica vital del Santos Laguna.

Corría el año de 1970 y la Comarca Lagunera vivía un ambiente de euforia porque contaba con dos equipos de Primera División, el Laguna y el Torreón, los cuales habían ascendido en forma consecutiva por méritos propios; la Ola Verde en 1968 y los Diablos Blancos en 1969, a los que podemos considerar como “Los Abuelos del Santos Laguna’’.

Se iba a celebrar el Mundial de México 1970, la Selección de Rumania visitó Torreón el 17 de mayo de ese año para jugar un partido amistoso contra el Combinado Laguna-Torreón en el desaparecido Estadio de San Isidro. El 2 de julio de ese año fue inaugurado con una gran fiesta el Estadio Moctezuma con el partido entre Torreón y el Campeonísimo Chivas.

El Mundial de México 1970 dejó grandes ganancias para la Federación Mexicana de Futbol, parte de las cuales fueron repartidas entre los 16 equipos de Primera División, entre ellos el Laguna y el Torreón. Una persona cercana a la directiva de los Diablos Blancos contó en una ocasión que habían recibido un millón de pesos, equivalentes a 80 mil dólares de ese entonces, una cantidad nada despreciable, la cual fue a parar a un negocio de Bienes y Raíces, propiedad de uno de los directivos, en lugar de invertirse en la contratación de buenos refuerzos.

El encanto de contar con dos equipos en el máximo circuito del futbol mexicano se acabó con dos golpes bajos. A mediados de junio de 1974, el empresario Juan Abusaid Ríos, presidente de los Diablos Blancos de Torreón, anunció la venta de su franquicia a los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara, equipo que ese año había perdido la final de ascenso ante los Tigres de la UANL y, para no sentirse frustrada, la directiva tapatía gestionó y compró la franquicia del Torreón mediante el pago de 400 mil dólares, incluyendo el plantel de jugadores, salvo el argentino Carlos Silvio Fogel, vendido previamente al América en una buena cantidad de billetes verdes.

El Laguna sobrevivió tan solo cuatro años más, aunque en la temporada 1975-1976 contrataron a José Antonio Roca como técnico y a varios jugadores nacionales y extranjeros de buen nivel, realizando la mejor campaña de su historia, aunque no lograron calificar a la Liguilla por haber fallado seis penales que pudieron haberle dado el pase. Sus dos últimos dos torneos fueron de sobresalto, aunque no descendieron. Al término de la temporada 1977-1978 se anunció su venta en el mes de junio al empresario Anuar Macisse, quien compró la franquicia de la Ola Verde para convertirla en Coyotes Neza.

De esta forma se terminó el encanto de tener dos equipos de Primera División y en seguida vino un ayuno de cinco años, de 1978 a 1983.

APARECE SANTOS LAGUNA IMSS

Se veía difícil el regreso del futbol profesional a La Laguna, pero no imposible. Gracias a las gestiones realizadas por José Díaz Couder González, ex director del Centro de Bienestar Social del IMSS en Gómez Palacio, se obtuvo una de las franquicias que tenía el Seguro Social en Segunda División para traerla a la Comarca Lagunera.

La franquicia adquirida llevó inicialmente el nombre de Santos Laguna IMSS, la cual perteneció primero al equipo Tuberos de Veracruz de Segunda División “B’’. En 1982 fue transferida al Centro Vacacional del IMSS de la Trinidad, Tlaxcala, en donde tomó el nombre de Santos de la Trinidad.

Fue a mediados de 1983 cuando finalmente Díaz Couder consiguió sin jugadores la franquicia del Santos de la Trinidad, Tlaxcala, la cual era para Gómez Palacio, pero por falta de infraestructura deportiva en la vecina ciudad, tuvo que gestionar con Juan Abusaid Ríos, en ese entonces propietario del Estadio Moctezuma, que se lo facilitara para que fuera sede del Santos Laguna IMSS.

Díaz Couder formó el naciente equipo con jugadores cien por ciento amateurs, originarios de Gómez Palacio, Ciudad Lerdo y Torreón, quienes iniciaron su trabajo de pretemporada bajo las órdenes del técnico peruano Grimaldo González (+), quien no pudo dirigirlo oficialmente por ser extranjero. De las oficinas centrales del IMSS enviaron a Fernando Zamora para que se hiciera cargo del nuevo equipo, ya que contaba con el antecedente de haber jugado con los Diablos Blancos de Torreón.

El debut del Santos Laguna IMSS en Segunda División “B’’ fue el 4 de septiembre de 1983 contra el equipo Bachilleres de Guadalajara, fecha oficial del regreso del futbol profesional a La Laguna.

Al inicio del torneo 1984 -1985 el Seguro Social tuvo problemas financieros y decidió vender las siete franquicias que tenía: dos en Primera División, cuatro en Segunda División y una en Tercera División, siendo entonces cuando aparece en escena el empresario lerdense Salvador Necochea Sagui, mostrando interés por adquirir la franquicia en venta, “Pues no había gente que le quisiera entrar a ese proyecto. La experiencia del Torreón y del Laguna había dejado como enseñanza que manejar ese tipo de proyectos representaba perder mucho dinero’’, manifestó Necochea en una ocasión.

Detrás de él estaba como socio y asesor Juan Abusaid Ríos, de infausta memoria entre los aficionados laguneros por haber vendido las franquicias del equipo de futbol Torreón, del Unión Laguna de la Liga Mexicana de Béisbol y el estadio portátil de béisbol conocido como “El Mecano’’. Necochea y Abusaid adquirieron la franquicia del Santos Laguna IMSS de Segunda División “A’’ en cuatro millones de pesos viejos, dieron un millón de anticipo, el resto lo pagaron en mensualidades de 250 mil pesos. La operación se cerró el diez de agosto de 1984 y a partir de esa fecha cambió su nombre por el de Santos Laguna.

Con este nombre operó cuatro temporadas: 84-85, 85-86, 86-87 y 87-88; las dos primeras fueron intrascendentes, en la tercera fueron superlíderes con 66 puntos y en la cuarta quedaron en segundo lugar de la tabla general; sin embargo, no pudieron ascender.

UN ASCENSO COMPRADO

Hubo desesperación por las dos Liguillas que no se logró el ascenso. La afición estaba ilusionada con tener de nueva cuenta futbol de Primera División; había sufrido diez largos años por la ausencia del Laguna y el Torreón.  Salvador Necochea Sagui se dio a la tarea de conseguir una franquicia para traerla a Torreón y llevar a feliz término el proyecto que había iniciado cuatro años atrás con el Santos Laguna de Segunda A.

Se tenía prácticamente amarrada la franquicia de Coyotes Neza, que había sido del Laguna, pero de un día para otro se incrementó en un 50 por ciento su precio, ya que acababa de descender el equipo Correcaminos UAT, que hizo una buena oferta y consiguió su objetivo.

Necochea no se dio por vencido e inició pláticas con la directiva de los Ángeles de Puebla, de la cual formaba parte el lagunero Martín Ibarreche Vázquez, quien años después fue directivo de los Guerreros. Salvador empezó a tocar puertas y consiguió dos ayudas minoritarias, de apenas el cinco por ciento, y no encontró en toda la Comarca nada más que un 10%, de tal modo que empezó a buscar socios por fuera y con la ayuda del grupo Tecos de la UAG adquirió finalmente la franquicia de Primera División que buscaba.

Gracias a Juan José Leaño pudo adquirirla, pues él solo invirtió el 50% de la operación, lo que en toda La Laguna no pudo encontrar Salvador Necochea. La relación con Tecos duró dos años. En seguida trabajó en convencer al Grupo Modelo para que en primera instancia fuera patrocinador y luego socio. Incluso, cuando diseñó el escudo original del Santos Laguna en Segunda División incluyó una corona muy similar a la de la empresa cervecera.

Desde entonces estaban enfocadas las baterías para que el Grupo Modelo fuera un apoyo fundamental, aunque durante la gestoría para que Santos Laguna ingresara a Primera División no los apoyó. Sin embargo, Salvador Necochea no se dio por vencido, pero con el tiempo convenció a la firma cervecera de que el equipo lagunero era un buen vehículo publicitario, siendo entonces cuando aceptaron ser socios de los Guerreros.

Necochea estaba consciente de que sólo el Grupo Modelo podía conservar en La Laguna un proyecto de tal magnitud. En diciembre de 1990 Salvador le compró sus acciones a la gente de Tecos UAG. Finalmente, a mediados de 1991 el Grupo Modelo se quedó con el cien por ciento de las acciones del equipo.

En cuanto al Estadio Moctezuma, el Grupo Modelo lo adquirió en 1986 en una serie de negociaciones que se dieron con Juan Abusaid Ríos, quien había vendido a los hermanos Salvador y Luis Necochea un porcentaje del inmueble, quienes con el tiempo se lo vendieron a la firma cervecera.

Históricamente el Santos Laguna no logró el ascenso a Primera División, como lo hicieron en la década de los años sesentas los desaparecidos equipos Laguna y Torreón. Milita en Primera División a partir de la temporada 1988 – 1989 por haber adquirido el 30 de junio de 1988 la franquicia del equipo Ángeles de Puebla, la cual pertenecía al Gobierno del Estado de Puebla´

Su antigüedad corre a partir de la fecha en mención, ya que su franquicia de Segunda División A, la cual habían adquirido del Seguro Social, fue cedida a Nicandro Ortiz a cambio de cuatro jugadores: Silvino Román, Lucas Ochoa, Vicente Campos y José Luis Parra, quien no llegó a un arreglo y se regresó. Su real antigüedad en el futbol mexicano es de 32 años cumplidos y no de 37 como pregona su directiva.

UN EQUIPO EN APUROS

Sus primeras cinco temporadas en Primera División fueron difíciles. El equipo no contaba con un plantel competitivo de jugadores para ser protagonista en el máximo circuito del futbol mexicano. En el torneo de su presentación el Santos Laguna con un equipo limitado logró salvarse del descenso; su marca fue de 38 partidos jugados, con saldo de siete victorias, 15 empates, 16 derrotas, 31 goles a favor, 59 en contra y 29 puntos. En ese entonces un triunfo representaba dos puntos y el empate uno.

Inició como entrenador Carlos “La Banana’’ Ortiz, suplido en la fecha 19 por Diego Malta, quien se mantuvo en el puesto hasta la jornada 28 en la que Santos Laguna cayó en su visita a Irapuato por tres goles a dos. La directiva optó por reinstalar en el mando a Carlos “La Banana’’ Ortiz haciendo dupla con Joaquín Mendoza.

En su segunda temporada, la 1989-1990, llegaron los inolvidables hondureños Juan Flores y Eugenio Dolmo Flores. Inició en la dirección técnica Carlos “La Banana’’ Ortiz, quien en la jornada cuatro fue reemplazado por Rubén Matturano, recomendado por don Ignacio Trelles (+), de quien había sido preparador físico y auxiliar técnico durante una década, quien tuvo un buen desempeño en términos generales.

UN TORNEO DESASTROSO

Su tercera temporada fue un verdadero vía crucis y un desfile de cuatro técnicos, quienes dirigieron al equipo con “La soga al cuello’’. Lo mejor de este torneo fue el descubrimiento y debut de Ramón Ramírez, un jugador que llegó procedente del Tepic de Segunda División y con sus actuaciones conquistó el Citlalli al Novato del Año temporada 1990-1991. Inició en la dirección técnica el hondureño José de la Paz Herrera, mejor conocido como “Chelato’’ Herrera, ex técnico de la Selección de Honduras, quien permaneció en el banquillo hasta la fecha dos, tomando en cuenta que el Torneo de Copa se jugó previo al de Liga; tuvo un pésimo desempeño.

Al relevo llegó José Luis “El Ruso’’ Estrada, ex jugador del Toluca en la década de los años sesentas, célebre por sus marrullerías, se colocaba en las yemas de los dedos alfileres para encajarlos en los glúteos del rival y provocarlo. “El Ruso’’ fracasó como técnico de los Guerreros y en la jornada 14 fue cesado. Era la peor época del Santos Laguna en Primera División, había llegado a siete juegos sin ganar y sumaba cuatro derrotas consecutivas.

Carlos “La Banana’’ Ortiz es llamado de urgencia y se convierte en el tercer entrenador de la azarosa temporada 1990-1991. Asume el mando en la jornada 15 y logra empatar a un gol con Chivas en el Estadio Corona, habiendo logrado tres empates consecutivos y dos empates más; sin embargo, el equipo tenía 13 partidos sin ganar. En la fecha 18 Santos Laguna dio de baja a los hondureños Luis Enrique Cálix y Tomás Róchez. En la jornada 19, la directiva tenía la opción de contratar a un jugador extranjero y la hizo válida con el mediocampista argentino Claudio Alberto Morresi, quien hizo lo que pudo para salvar al equipo.

En la jornada 22 fue cesado Carlos “La Banana’’ Ortiz y llegó en su lugar el técnico uruguayo Roberto Matosas a tratar de evitar que no se consumara el descenso. Su debut fue desafortunado, perdió en su visita a Tigres y el equipo llegaba a 15 partidos sin ganar.

No obstante la mejoría mostrada, el equipo tenía 15 puntos en su haber y seguía en el último lugar de la tabla general, a un punto de distancia del Querétaro con16 unidades. En la jornada 25 sucumbió en el Estadio Corona ante los Leones Negros de la U de G. El domingo siguiente visitó al Irapuato, empató a cero y llegó a 16 puntos. Al término de la jornada 26 el sótano estaba así: Querétaro 18 y Santos Laguna 16.

En la fecha 27 con una gran actuación de Ramón Ramírez y un golazo de Juan Flores derrotaron al Necaxa por la mínima diferencia; sin embargo, seguían en el fondo de la tabla: Irapuato 20, Querétaro 19 y Santos Laguna 18. A partir de la siguiente jornada los Guerreros fueron más irregulares y estaban más cerca de la Segunda División. Fueron a León y perdieron dos goles a cero. En el viejo Estadio Corona dejaron escapar la oportunidad de ganar y perdieron ante el Querétaro dos tantos a uno.

Tras cuatro derrotas al hilo, el panorama era desolador y la directiva ya pensaba en comprar la franquicia del Irapuato para conservar el futbol de Primera División en La Laguna. Con 18 puntos en su haber y cuatro debajo de Querétaro, los Guerreros viajaron a la ciudad de Monterrey, sublíder del torneo, y dieron el campanazo de la jornada 32 al derrotar a Rayados por cuatro tantos a tres en el Estadio del Tecnológico; ya tenían 20 unidades, cuatro menos que Querétaro.

En la fecha 33 recibieron al Toluca y empatan a uno. Llegan los laguneros a 21 puntos y Querétaro sigue en 24. En la siguiente jornada visitan a Chivas y empatan sin goles en el Estadio Jalisco. Las posiciones en el fondo de la tabla eran las siguientes: Querétaro 25, Irapuato 25 y Santos Laguna 22. En la fecha 35 fueron anfitriones de Tecos UAG y empataron a dos tantos. El sótano ardía, Querétaro tenía 26, Irapuato 26 y Santos 23.

DOS PARTIDOS DE AMAÑO

La esperanza no había muerto, aún podían salvarse, por ello recurrieron al amaño de partidos. En la jornada 36 les tocaba visitar a Correcaminos UAT en el Estadio “Marte R. Gómez” de Ciudad Victoria, Tamaulipas, a donde la directiva santista mandó a un propio a negociar el juego en puerta. Ignacio “El Gallo’’ Jáuregui, técnico de los tamaulipecos, aceptó la oferta y les recomendó que generaran entradas al área para poderlos “jalar del calzoncillo’’.

El resultado de ese amañado partido fue empate a un gol: por Correcaminos anotó el panameño René Mendieta y gracias a un penal cometido a Guillermo “El Choque’’ Galindo se logró el empate a uno. La pena máxima la ejecutó Juan Flores para empatar el partido. La situación en la zona de descenso estaba así: Querétaro 27, Irapuato 26 y Santos Laguna 24. Aún seguía prendida la “mechita’’ de la salvación.

En la penúltima jornada recibieron al América en casa y con un certero cabezazo de Luis Roberto Alvez, “Zaguinho’’, se pusieron adelante en el marcador, pero de manera fortuita el hondureño Dolmo Flores empató con otro tanto. El fondo de la tabla de posiciones estaba así: Irapuato 26, Santos Laguna 25.

En la última jornada de la temporada 1990-1991 Santos Laguna visitaría al Morelia el domingo 2 de junio de 1991 en el Estadio Venustiano Carranza. El empate favorecía a ambos equipos. El Irapuato visitaría al Toluca, “Hermano mayor’’ de los Guerreros, por lo que la directiva de los choriceros solicitó en tiempo y forma el cambio de día y horario de ese partido, logrando que se reprogramara para el sábado primero de junio en el Estadio Nemesio Díez, de tal forma que desde un día antes los laguneros sabrían cómo le fue a los Freseros.

De nueva cuenta la directiva santista envió a un propio para negociar el empate que aseguraría la permanencia de los Guerreros en Primera División. En primera instancia se entrevistó con el entonces entrenador Antonio “La Tota’’ Carvajal, quien le sugirió que hablara con el capitán del equipo y tratara el asunto con él. El enviado siguió la indicación y se entrevistó con “El Fantasma’’ Figueroa para cumplir con su encomienda.

“El partido del morbo’’ estaba arreglado, los dos equipos se dedicaron a pelotear, a simular un juego de futbol y a negociar el empate sin goles. Los dos equipos ya sabían los resultados de sus rivales directos (Necaxa e Irapuato), los Rayos habían perdido dos a cero contra Monterrey y el Irapuato cayó en Toluca por cuatro a cero.

Morelia y Santos Laguna fueron abucheados por los asistentes al partido, quienes estaban conscientes de que había habido un arreglo entre ambos y ponían de manifiesto la deshonestidad del futbol mexicano.

El empate negociado dejó a los Guerreros y al Irapuato con 26 puntos cada uno, los laguneros tenían una diferencia de goles de menos 17 y los Freseros de menos 36. Los números finales del equipo de la Comarca fueron de 38 partidos jugados, seis victorias, 14 empates, 18 derrotas, 35 goles a favor y 52 en contra, con 26 unidades en su haber. Una temporada desastrosa con un final de amaño.

(Continuará…)

Comentarios de Facebook

Etiquetas: , , , , , ,



Redacción




Noticia Anterior

¿Qué hace uno durante la pandemia?

Siguiente Noticia

Aumenta la corrupción con la 4T





Te podría interesar


Más Noticias

¿Qué hace uno durante la pandemia?

Daniel Herrera Escritor y músico lagunero twitter: @puratolvanera Pues mucho y poco, al mismo tiempo. Es extraño vivir...

1 July, 2020