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No hay plan nacional de vacunación

Editorial / Opinión / Opinión Principal / 31 enero, 2021

Editorial enero 2021

La doctora Laurie Ann Ximénez-Fyvie, especialista en microbiología y Jefa del Laboratorio de Biología Molecular de la Facultad de Odontología de la UNAM, acaba de sacar su libro titulado Un daño irreparable, el cual analiza, bajo el rigor de la ciencia médica, el manejo que ha tenido de la pandemia el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Todos los indicadores son desastrosos: número de población contagiada, número de personas muertas, índice de letalidad, lo mismo que los pronunciamientos y las decisiones que ha tomado desde el inicio Hugo López-Gatell, el zar anti-COVID-19 y su jefe Andrés Manuel López Obrador, quien, al escribirse estas líneas, recién había anunciado que se encontraba contagiado de COVID-19. Después de 10 meses todavía sigue negándose a utilizar el cubrebocas.

Con una precisión devastadora, Laurie Ann Ximénez-Fyre desnuda la incompetencia que tiene un costo ya muy por encima de las 150,000 muertes, y seguirá ascendiendo en el transcurso de 2021, algo que podía haber sido evitado en gran parte, porque esa cifra no es además la cifra real de fallecimientos sino la cifra oficial, pues mentir ha sido parte de la “estrategia” contra el COVID-19.

López Obrador se contagia justo unos días después de que se evidencia que no existe realmente un Plan Nacional de Vacunación, sino un simple calendario tentativo en el papel, pues desde que inició la vacunación tan solo se ha cubierto una población aproximada de 560 mil personas, que no alcanzan ni tan siquiera a cubrir al personal médico, de enfermería y en general a todos aquellos que se encuentran en la primera línea.

Lo más penoso de la cruda realidad que expone la doctora Ximénez-Fyre son todos los graves errores cometidos y la cadena de mentiras, que van desde la negación sistemática para la aplicación masiva de pruebas; el negarse a implementar filtros de movilidad con el extranjero cuando se estaba a tiempo de ello; las afirmaciones de que el COVID-19 era 10 veces menos letal que la influenza; el sostener públicamente que el cubrebocas no es de ninguna utilidad o que los asintomáticos no podían contagiar a otras personas.

Lo último: López-Gatell prohibiendo a los gobiernos estatales y a los particulares el poder adquirir y aplicar la vacuna, para que tan solo 12 horas después López Obrador declare que está ordenando emitir un comunicado donde afirma que sí se puede, cuando el suministro de vacunas, que ha sido de compras minoristas, se ha parado para, supuestamente, reiniciarse en la última semana de este mes de febrero.

El manoseo político de la aplicación de la vacuna, de forma abierta, sin cubrir siquiera las apariencias. La evidencia de que no existe realmente un plan que esté respaldado con compras masivas de las vacunas y una programación detallada de su distribución a los 32 estados.

Leer el libro de la doctora Laura Ann Ximénez-Fyvie provoca una enorme indignación, por todo el daño que pudo haber sido evitado y, coraje, porque finalmente nadie responderá por la negligencia de sus actos, que han dejado ya un gigantesco cementerio y un costo social y económico enorme, histórico.

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Redacción




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