Por: Eduardo Rodríguez
En respuesta a las declaraciones de AMLO en su “mañanera” en las primeras semanas de julio, el vocero oficial de AHMSA, Francisco Orduña Mangiola, emitió una declaración oficial, por medio de la cual expresa que las afirmaciones del presidente son falsas, en relación a sus dichos sobre Alonso Ancira Elizondo, de quien afirma que no se ha retirado de la empresa, e inclusive que se niega a negociar, por lo cual el gobierno federal no interviene para la negociación de los pasivos que tiene la siderúrgica con las instancias gubernamentales.
Francisco Orduña afirma, lo que está en consonancia con los hechos, que Alonso Ancira presentó su renuncia e hizo entrega de sus acciones personales y las que están a nombre de su familia, en la sección del Consejo de la siderúrgica, realizada el pasado 3 de marzo.
El ser dado a los odios y a las venganzas se ha mostrado, con saciedad, como parte de la personalidad y el estilo personal de gobernar de Andrés Manuel López Obrador. En el caso de AHMSA, sus odios están centrados en Carlos Salinas de Gortari, quien vendió la acerera al Grupo Acerero del Norte (GAN), del cual era socio mayoritario Alonso Ancira, de quien se rumoró mucho que representaba realmente a la señora Cecilia Ocelli, quien fuera primera esposa de Salinas de Gortari, pero el rumor nunca se confirmó con documentos y hechos concretos.
Para nadie es algo desconocido que Alonso Ancira es todo un caso, como trapecista financiero, traficante de influencia y dotado de un arte para las piruetas legales verdaderamente notorio, pero ya fue detenido y obligado a cumplir con la reparación en el caso de la empresa agronitrogenados, como también es ya un hecho que AMLO lo ha sacado de AHMSA, como una condición para ayudar al rescate de la empresa.
¿Qué hay de fondo que no conocemos? El que AMLO mienta o utilice información imprecisa es cosa, lamentablemente, ya común, pero en este caso está de por medio la economía de toda la región centro de Coahuila, donde Morena acaba de ser aplastado en las elecciones del pasado mes de junio.
La referencia de que Alonso Ancira era un mal empresario que tenía relaciones muy cercanas con los exgobernadores, porque ocasionalmente le prestaba el avión privado a Rubén Moreira o le fiaba acero para la construcción de puentes a Humberto Moreira, son hechos que son parte de un pasado ya distante, donde además está de por medio todo un proceso judicial en contra de Alonso Ancira, que lo llevó al exilio en Israel y luego a su aprehensión en Mallorca, España.
Si ya hay un convenio reparatorio del peculado que le fue demostrado, ¿por qué esa insistencia de retornar a los odios del pasado cuando la situación de la siderúrgica, y de sus miles de obreros, es crítica?
AMLO afirma también que la vía “de seguir con los juicios” llevará inevitablemente a la pérdida de la empresa. ¿A qué se refiere en concreto con tal afirmación?
El comunicado de Francisco Orduña, emitido el 12 de julio, refiere específicamente que “la semana pasada recibió AMLO el Plan de Restructuración Financiera y Reinicio de Producción, presentados por la empresa socia Argentem Creek”.
Si ya está en su poder dicho plan, por qué AMLO emite tales declaraciones, como si estuviera hablando de un caso distinto y no del caso de AHMSA.
Es también ya bien conocido que, tratándose de sus proyectos, el presidente autoriza miles de millones de pesos con una ligereza escalofriante, pero tratándose de la empresa privada tiene una mano dura, que cae en la tacañería y la indiferencia, trátese del tamaño que sea esa empresa privada, lo mismo pequeña que estratégica para la economía del país.
Lo urgente hoy es que el gobierno de López Obrador ordene la negociación de los grandes pasivos de AHMSA con las instancias gubernamentales, para la elaboración de un plan de pagos razonable y la reactivación de la producción, con inversión de nuevo capital por parte de los actuales inversionistas.
AMLO tiene tiempo para estar haciendo politiquería todos los días en su revista de la “mañanera”, comentando inclusive los asuntos más pequeños que fueron noticia el día anterior, como si él dirigiera cada una de las dependencias y organismos públicos existentes, pero no tiene tiempo para sentarse a resolver, de forma definitiva, el caso de AHMSA.
Lo más penoso es que siempre mezcle asuntos que son estrictamente económicos con sus fobias y rencores personales, ordinariamente instalado en el pasado y en gobiernos de hace hasta 30 años.
Alonso Ancira nunca ascenderá al altar de los grandes empresarios mexicanos y tiene una historia bastante negra, eso es un hecho y hasta el más inocente ciudadano del centro de Coahuila lo sabe, pero eso es parte de un pasado que hay que dejar ir para darle una nueva dirección a la empresa siderúrgica más importante del país.
¿Qué tiene que ver un asunto tan delicado con los chismes y el show de la revista matutina de la “mañanera”?
Etiquetas: ahmsa, alonso ancira, altos hornos de mexico, amlo, economia, Eduardo Rodríguez, finanzas, lopez obrador, mentiras, mintiendo, monclova