Todos los candidatos que dieron ‘El chaquetazo’ perdieron

Por: Eugenia Rodríguez

Todos los personajes impresentables, cínicos y quienes dieron “El chaquetazo” para irse a otros partidos a cambio de candidaturas a las diputaciones locales perdieron, y lo hicieron con escandalosos porcentajes de 2 a 1 y hasta 3 a 1 en relación a sus competidores, lo que le permitió a la alianza PRI-PAN-PRD llevarse las 16 diputaciones en juego, lo que equivale a repetir el “carro completo” que ya habían obtenido en la anterior elección.

En la región lagunera, en el distrito 8, Gerardo Aguado, panista él, le ganó con un margen de casi el 3 a 1 a José Ángel Pérez, quien después de haber sido alcalde de Torreón por el PAN, cargo que desempeñó de manera muy deficiente, se pasó increíblemente al PT y posteriormente a Morena, para competir por el distrito 8.

La pregunta obligada es ¿Qué hace José Ángel Pérez en la política? Los comentarios de la mayoría de los electores en torno a él son muy desfavorables, al grado de calificarlo en algunas ocasiones como una persona que parece un tanto incoherente en sus razonamientos. 

Muy probablemente estaría mejor en su casa y en sus negocios, y dejar de hacer el ridículo en partidos como el PT o Morena.

En el distrito 10, Hugo Dávila le ganó con una diferencia de más de 2 a 1 a Rocío Aguinaga, esposa de Shamir Fernández, diputado federal priista que se pasó a Morena en plena precampaña electoral, y tuvo el cinismo de pedir la candidatura para su esposa, en un acto de nepotismo vergonzoso ¿Cómo exponer a la esposa, quien es totalmente inexperta en asuntos de política, a una contienda donde solo podía hacer el ridículo?

Si bien Roció Aguinaga no sabe nada de política, si tiene ciertos dotes de actriz, a juzgar por el teatro que protagonizó en una trifulca entre lideresas de colonia y algunas seguidoras de Morena, donde supuestamente habría sufrido algunas lesiones en la cabeza y en el cuello, por lo que se colocó un cuello ortopédico y se dedicó a visitar a las televisoras locales, con tanta insistencia que los propios conductores bromeaban con que debería pasar ya a formar parte del staff. Su propósito era dar lástima y, sí, lo logró: dio lástimas, pero no por la supuesta lesiones sino por el ridículo a que se expuso públicamente, cuando ya su esposo, Shamir Fernández, ha robado tanto de la política.

¿No parece vergonzoso e indigno traer a la esposa haciendo el ridículo y exponiéndola, con el propósito de llevarse a la bolsa los más de 100 mil pesos que cobra un diputado local durante los tres años que dura en el cargo? El cinismo es evidente que no tiene límites.

El que le haya “chaqueteado” al PRI en plena campaña electoral para pasarse a Morena, es algo que no le pasarán por alto a Shamir Fernández, a quien apenas han comenzado a pasarle la cuenta en esta primera elección, pero quedan más elecciones por delante y un nuevo gobierno priista que apenas comenzará en el 2024.

En el distrito 11 Olivia Martínez Leyva le ganó dos a uno al ex panista renegado Rodolfo Walss Aureoles, quien habiendo sido electo diputado plurinominal por parte del PAN se pasó a Morena, con el único propósito concreto de buscar reelegirse en el cargo.

Rodolfo Walss tiene la característica de engañar con un rostro y una presencia de buen muchacho; de gente decente, pero es un ex panista seriamente resentido, primero porque no pudo hacer carrera dentro de este partido y, segundo, porque tampoco ha podido hacer dinero y la profesión de abogado, si es que alguna vez la ejerció, la tiene abandonada.

Nunca en su vida ha ganado una elección de ninguna naturaleza, si fue diputado es porque lo colocaron por la vía plurinominal, así que nunca tuvo posibilidad alguna de ganar en el distrito 11, o en cualquier otro distrito que le hubieran colocado. 

Ahora regresará al Congreso del Estado, para cobrar los meses que le quedan y el bono de retiro, que no es poca cosa y se tendrá que ir a su casa, pues trabajar, que se sepa, es algo que no sabe hacer.