Por: Rodrigo Tejeda
Es obligado que los candidatos a un cargo gubernamental ofrezcan cosas maravillosas e increíbles, que serán la causa de la felicidad del electorado, si éste les favorecen con sus votos. Esto pasa en todo el mundo, no sólo en México. Por ejemplo, Donald Trump llegó al exceso de afirmar que él es el único candidato que podía evitar una tercera guerra mundial, de ese tamaño pueden ser las desmesuras y las mentiras.
En Coahuila estamos en periodo de campañas electorales y cada candidato está presentando su oferta de gobierno, que incluye, sólo en parte, cosas que son posibles y viables, porque la oferta más fuerte de algunos candidatos son enormes mentiras, en algunos casos descomunales.
Pongamos ejemplos concretos. Armando Guadiana Tijerina, de Morena, está ofreciendo que entregará una beca de 2,500 pesos mensuales a 70 mil jóvenes universitarios en Coahuila, lo que implicaría una erogación de 175 millones de pesos al mes y 2,100 millones anuales, lo cual es un gasto imposible, porque como lo dijo Lenin Pérez en el primer debate: “el problema es que no hay dinero, no hay ni sal para los aguacates”.
Y esto es cierto, las finanzas del gobierno del estado de Coahuila manejan un margen de maniobra sumamente estrecho, por el cual hay que obrar prodigios para cubrir lo básico y sacar adelante un programa de obras apenas indispensable. Por otro lado, la Universidad Autónoma de Coahuila vive la peor crisis financiera de su historia y necesita, cada año, el apoyo del gobierno estatal para alcanzar a cubrir sus compromisos indispensables, como los aguinaldos de los empleados.
La crisis financiera de la universidad tiene su origen en parte por el esquema de gastos fijos que maneja hoy, pero en mayor proporción por el retiro de todos los programas federales que se recibían antes del actual gobierno federal.
Armando Guadiana dice que “ya hizo sus cuentas” y sí le salen para pagar las becas que está ofreciendo, pero esto es una enorme mentira, pues el candidato de Morena es, de los cuatro, quien tiene una mayor preparación en asuntos financieros; inclusive es máster en una especialidad de manejo de operaciones, por parte del ITESM. Así que, miente con conocimiento de causa.
“Vamos a lograrlo con la ayuda de ya saben quién”, afirma, pero AMLO, que es “el ya saben quién” le ha retirado a Coahuila todos los apoyos que ha podido, limitándose a los recursos básicos que, por ley, se le tienen que entregar al estado.
Coahuila, además, tiene la peculiaridad de su calendario electoral, por el cual el gobernador electo sólo está en relación con el presidente en funciones un año, así que AMLO y quien sea el próximo gobernante estatal coincidirán únicamente durante 2024, y después pues sólo Dios sabe qué pasará, con la supuesta ayuda de “quién sabe quién”.
LA DEUDA, LA MÁS GRANDE MENTIRA
El mayor problema de las finanzas públicas del gobierno estatal es la deuda a largo plazo con varios bancos, que se ubica alrededor de los 36 mil millones de pesos, un tema que se ha tratado hasta el hartazgo y que es sumamente complicado.
Como no tiene nada que perder y cualquier cosa que le sirva la utilizará, Ricardo Mejía, el candidato del PT, se ha convertido en el campeón de las mentiras, algunas de ellas enormes, como ofrecer que “la deuda de Coahuila está a punto de terminar”, que “se acabó la fiesta de los banqueros avariciosos coludidos con los políticos corruptos”.
Cuando él llegue a gobernador eliminará la deuda y con ese dinero resolverá el bienestar y la felicidad de los coahuilenses. Ésta es la mentira más grande que se ha dicho hasta ahora. El propio Armando Guadiana de Morena ha declarado con cautela en torno a este tema, con la vuelta al ofrecimiento de que buscará una salida “con la ayuda del señor presidente”.
Hasta ahora AMLO ha sido completamente indiferente a los problemas de los estados más endeudados, como los vecinos Chihuahua y Nuevo León. Es un tema que no le interesa y al cual no se le ha invertido ni un peso en apoyo alguno. Sobre los cerca de 5 mil millones de pesos que le fueron confiscados al extesorero de Coahuila, Javier Villarreal, los cuales supuestamente regresará EEUU, ya AMLO declaró públicamente que destinará una parte de ellos a la prevención del consumo de drogas entre los jóvenes.
Jamás mencionó que ese dinero le pertenece a Coahuila, y es Coahuila la que tiene abiertos los procesos judiciales en contra del exfuncionario, quien por cierto sigue gozando de todos los beneficios del sistema judicial norteamericano. El gobierno de AMLO nunca ha hecho nada en relación al caso de Humberto Moreira, ni lo hará.
Después de más de 10 años, la deuda de Coahuila está jurídicamente amarrada y sobre amarrada; lo dicho por Ricardo Mejía es una mentira de las grandes. Incluso el manejo que hace de las cifras sobre pagos, intereses y demás es meramente desaseado y no se apega a información precisa, que está disponible. Por ejemplo, el candidato del PT maneja que el costo diario de dicha deuda es de un millón de dólares y el pago anual de 6 mil 600 millones de pesos. La cifra es enorme, pero no es la real.
Ricardo Mejía es, de los cuatro candidatos, el menos calificado profesionalmente en temas de carácter financiero y administrativo, porque nunca ha gobernado nada y tampoco nunca ha administrado un presupuesto público o privado, pero él quiere, a consta de cualquier mentira, los votos de Morena.
DESVIRTUAR LA SEGURIDAD
Para resolver el problema de la seguridad, tema en el cual es sumamente cuestionado, el mismo Ricardo Mejía ha acusado (primer debate, 16 abril) que los principales mandos policiacos de las fuerzas especiales de Coahuila son quienes manejan el narcomenudeo en todo el estado; son los narcojefes y el consumo de drogas origina casi todos los delitos. Lo afirma inclusive citando el nombre de los funcionarios policiacos, pero sin aportar prueba alguna, lo cual es sumamente delicado.
Todo ello para tratar de desvirtuar el hecho de que Coahuila se encuentra en una situación muy aceptable en el tema de seguridad si se le compara dentro del contexto nacional, mientras que Guerrero, el estado del que viene y del cual fue diputado local y federal, puede ser considerado como un narcoterritorio, sobre lo cual tiene que dar explicaciones.
Es tal el afán de palear con lodo y mentiras, que cuestiona la privilegiada posición de Saltillo en materia de seguridad, acusando que es una de las ciudades con mayor índice de suicidios entre los jóvenes. Sin embargo, el solo sentido común nos dice que el índice de suicidios no tiene relación alguna con los indicadores de inseguridad; es un problema aparte.
A diferencia del tema de la deuda, que tiene más de diez años en los medios de comunicación de Coahuila, el tema de la seguridad tiene un interés mucho mayor entre los ciudadanos de todos los niveles socioeconómicos, y el elector potencial lo que manifiesta es que desea que el estado siga siendo seguro. Escuchar propuestas para blindar a Coahuila de la delincuencia organizada, el mejorar las policías municipales y la administración de justicia son expectativas muy importantes.
LOS TEMAS QUE INTERESAN
Los sondeos de opinión indican que los ciudadanos tienen especial interés en los temas de empleo, salarios, inversión privada y pública, seguridad, salud y servicios básicos, lo que impacta de manera directa en su calidad de vida y de bienestar en general.
El poder electoral de Morena está basado en los llamados programas del bienestar que distribuye el gobierno federal, como la ayuda a los adultos mayores, las becas sobre jóvenes construyendo el futuro, entre los más de 10 programas que se han implementado. Al final del día las familias agradecen esas entregas de dinero en efectivo, pero saben que con los 2,400 pesos que le dan al abuelo cada mes o con algunas becas transitorias o ayudas menores no pueden resolver su economía familiar, necesitan de un empleo para cada uno de los miembros económicamente activos de la familia, y que esos empleos sean bien remunerados, para lo cual es necesario que se instalen nuevas empresas en las diferentes regiones.
A nivel de calle, de lo que se llaman seccionales, las lideresas y los líderes de partido se encargan de distribuir dádivas, pero lamentablemente el argumento más común es que si deja de votar por el partido, se van a retirar los programas asistenciales, lo cual es otra de las grandes mentiras e incluso es ilícito usarlo de manera clientelar.
Si se retiraran los programas de asistencia del bienestar, la clientela político-electoral de Morena se desplomaría en caída libre; así que, ganen o pierdan, los tienen que mantener, pues inclusive algunos de ellos ya los hicieron constitucionales.
Además de un empleo y un buen salario, el ciudadano anhela vivir en paz, después poder contar con un servicio de asistencia médica decoroso en caso de enfermedad de algún miembro de la familia y, enseguida, viene el deseo de que la limpieza, el pavimento, el drenaje, el agua potable, el alumbrado y el servicio de luz eléctrica estén en buen estado.
Para un candidato de un partido de oposición es obligado manejar un discurso crítico hacia el partido que está en el poder, así que inclusive la denuncia es parte básica de las campañas, pero una cosa es cuestionar las deficiencias gubernamentales y otra, muy distinta, hacer promesas imposibles de cumplir y mentir sobre la solución providencial de problemas complejos, que no están en sus manos resolver y que generan falsas expectativas y engañan al electorado.
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