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Zacatecas, ¿cuál es la lógica del crimen?

Análisis Político y Social / Opinión / Slider / 2 enero, 2023

Por: Eduardo Rodríguez

El vecino estado de Zacatecas parece la demostración de que el gobierno mexicano no entiende o no quiere entender cuál es la lógica del crimen organizado. Algo parece andar muy mal en los servicios de inteligencia o bien en la voluntad del poder, que se está comportando de una forma omisa mientras que los capos saben lo que quieren y, aunque parezca hasta absurdo, obedecen a una lógica, a su lógica de mentes criminales.

Zacateca es el quinto estado más pobre del país. Aporta apenas el 1% de la riqueza nacional, de acuerdo a las cifras oficiales del último censo del INEGI, además de estar en la posición 30 en productividad, según las estimaciones del IMCO, Instituto Mexicano de Competitividad, lo que le coloca en el sótano nacional.

Sus dos fuentes principales de riqueza son la minería y el turismo, pero este último se está viendo seriamente mermado por la violencia y la inseguridad en que está sumido el estado.

Zacatecas nunca había sido un estado con altos índices de inseguridad, mucho menos en sus municipios rurales, que eran un remanso de paz, donde lo único que te podía asaltar era la pobreza y la nostalgia.

Hoy este pobre estado es territorio del crimen organizado, sobre todo en la parte del sur, aunque la descomposición se ha extendido por todo su territorio.

¿Cómo se puede explicar esto? La manera más lógica es observar el plano del estado y observar sus colindancias. Colinda con Durango, Coahuila, San Luis Potosí, Aguascalientes, Jalisco, Nayarit y Nuevo León, aunque con dos de esos estados sólo hace punta, pero eso es lo de menos.

Durango, Jalisco, Nayarit y San Luis Potosí son estados donde operan grandes organizaciones o cárteles del crimen organizado. Aguascalientes es un vecino pequeño, pero rico y con un área urbana muy importante.

Para los capos es evidente que no se trata de si Zacatecas es pobre o rico, sino de su ubicación y sus condiciones internas. La mayoría de los municipios son de escasa población, con una cabecera que es un pueblo chico, con una policía rústica que está pensada para controlar delitos menores y borrachos, así que tiene décadas de atraso. La policía estatal es poca, mal capacitada y mal equipada, en parte porque no había necesitado ser de otra manera.

El único recurso que queda es el ejército y la Guardia Nacional, que han estado enviando contingentes de cientos de efectivos que desconocen el territorio, no poseen servicios adecuados de inteligencia y se enfrentan a criminales que ya están posicionados en los pueblos y rancherías, lo que se traduce como toda una red de “halcones”, de escondrijos, de brechas incontrolables y de pobladores que les temen más a las armas del crimen que a las del ejército o la Guardia Nacional.

No se trata entonces de aprovechar la poca riqueza de Zacatecas, sino de convertirlo en un territorio que sirve para operar; esto es almacenar droga, resguardarse y utilizar el estado como una zona de la que salen a los estados vecinos y regresan a sus guaridas.

Para hacer todo esto se requiere tener bajo amenaza a los gobiernos municipales chicos y corromper a los únicos dos gobiernos más o menos grandes, que son Zacatecas capital y Fresnillo. La corrupción al interior del gobierno estatal fue donde inició gran parte de esta historia, y eso tiene ya tiempo que comenzó a darse, pero ha venido empeorando.

Hay una lucha entre diferentes organizaciones criminales, con continuas ejecuciones de sicarios por ambas partes, pero también hay un enfrentamiento con el ejército y la Guardia Nacional. Como en otros estados cuando lo consideran conveniente, los criminales recurren a operativos de terrorismo para amedrentar a la fuerza pública.

En el colmo del descontrol, recientemente el general responsable de la Guardia Nacional en el estado fue asesinado por un grupo pequeño de sicarios, en el momento en que los perseguía personalmente en el pequeño municipio de Pinos, muy próximo a Aguascalientes.

Es el primer alto mando de la Guardia Nacional que cae asesinado por los sicarios, en un estado donde se han lanzado ya varios operativos fallidos.

La proximidad de Zacatecas con la región lagunera, y en consecuencia con los estados de Durango y Coahuila, es una alerta de las consecuencias de no aplicarse como estado en la seguridad, y dejar las cosas en manos de corporaciones como la Guardia Nacional, además de la aplicación de la no-política de seguridad “abrazos y no balazos”.

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