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La batalla electoral por Coahuila en 2023: lo que está en juego

Especiales / Especiales Principal / Slider / 12 diciembre, 2022

Por: Rodrigo Tejeda

El próximo 4 de junio de 2023 se decidirá el destino político de Coahuila al mediano y largo plazo, en una elección donde se enfrentarán la alianza PRI-PAN-PRD y la de MORENA-PT-PVEM con dos proyectos políticos completamente diferentes, uno de ellos, el de MORENA, completamente inédito para Coahuila.

Será una contienda donde jugarán las principales fuerzas de Coahuila contra el poder central de la llamada 4T, que quiere hacerse, por todos los medios a su alcance, de todos los estados que fueron gobernador por el PRI, y de los cuales sólo quedan dos y uno de ellos es Coahuila, pero al mismo tiempo la intención es desplazar al PAN como el principal partido opositor en el estado, posición que ha ocupado desde el siglo pasado.

¿Qué implica para Coahuila el que sea gobernado por Morena a través de un personaje como Ricardo Mejía Berdeja?

Para tener una mejor perspectiva, habrá que tomar en cuenta que AMLO estaría en el poder sólo el primer año del nuevo gobierno de Coahuila, y los otros cinco corresponderían a su sucesor, que se desconoce con certeza quién sería, ni cuál sería su estilo personal de gobernar, ni sus similitudes con el caudillo de Macuspana.

Es mucho más factible partir del candidato morenista, Ricardo Mejía Berdeja, para hacerse de una idea de cómo sería un gobierno morenista en Coahuila, en especial tomando en cuenta que en la mayoría de los 22 estados que hoy gobierna Morena, ha tenido muchos, la mayoría, de sus candidatos sin arraigo, sin capacidad suficiente y sin el perfil más adecuado, los cuales han ganado las elecciones por el uso del aparato gubernamental y de los programas asistenciales de la 4T, al grado de que no le llaman candidato sino defensor o coordinador precisamente de los programas del actual gobierno federal.

Ricardo Mejía Berdeja es un político ex priista, quien precozmente alcanzó una diputación local, ocupó algunos cargos en el sector del PRI juvenil y, posteriormente, fue subsecretario de gobierno en algo así como prospectiva política, que en concreto se dedicaba a operar políticamente para el entonces secretario de Gobierno, Raúl Sifuentes Guerrero (2000-2005), y eso es todo, no hizo más en Coahuila.

Como lo ha dicho públicamente el propio senador morenista, Armando Guadiana Tijerina, “salió corriendo del estado para irse a refugiar a Guerrero, en busca de cargos públicos”, pero esto lo hizo hace 17 años (hoy tiene 54), al inicio del gobierno de Humberto Moreira, o aún antes de que este comenzara, en 2005, de tal forma que no vivió lo que ellos mismos denominan como el “moreirato”, ni el periodo de grave inseguridad en el estado, que va de 2007 a 2012.

Son demasiados 17 años de desarraigo del estado, pero además se instaló en Guerrero, más específicamente en Acapulco, y hay videos donde él se declara guerrerense, e inclusive argumenta que sus antepasados eran de esa entidad. Es claro que nunca pensó que intentaría regresar, menos como candidato a la gubernatura.

¿OTRA PAREJA INFLUENCER EN EL PODER?

En ese destierro voluntario cortó casi todos los hilos, inclusive perdió a su familia, y hoy forma pareja con Marlene Cañas Romero, una influencer que se dedica a poner en las redes sociales video de contenido erótico y de frivolidades.

En 2016 Ricardo Mejía Berdeja se casó con Marlene Cañas en la muy exclusiva isla griega de Santorini, en el Mar Egeo, un lugar al que sólo se puede llegar en taxi aéreo o por medio de ferri. Recién se acababa de convertir en diputado por el partido Movimiento Ciudadano y se daba un lujo que estaba completamente fuera de sus posibilidades económicas. Se desconoce cómo financió semejante extravagancia.

A manera de lisonja, algo que se le da bastante bien, le llevó a AMLO un cursi pastel alusivo al beisbol, con un muñeco de azúcar que replicaba la persona del presidente, como obsequio de su boda, el cual le gustó a AMLO, quien se retrató con él para las redes sociales.

Medía Berdeja había declarado a la prensa: “Yo soy acapulqueño, tengo una hija acapulqueña… mi esposa es acapulqueña”.

Al margen de su relación de pareja con la influencer, que debe tener al menos 20 años menos que él, el caso es que ella se ha convertido en su principal propagandista a través de las redes sociales, donde inclusive se inmiscuyó en el proceso interno de Morena de la selección del candidato y, en general, opina de la política en Coahuila.

Cualquier persona puede acceder a los videos más conocidos de Marlene Cañas y estos no resultan en lo absoluto edificantes, por lo menos no para la imagen de alguien que pretende ser la primera dama de Coahuila.

El PAN acaba de lanzar en el estado una campaña, fincada en el slogan de “queremos familias fuertes, familias de valores”, lo que parece ir directo al hecho de que la nueva imagen familiar de Ricardo Mejía va a ser uno de los temas controvertidos de la campaña electoral.

EL MUY DELICADO TEMA DE LA SEGURIDAD

El tema más delicado en torno a Ricardo Mejía Berdeja, es, contradictoriamente, el de la seguridad. Su posición como subsecretario de Seguridad Pública, con tanto o igual poder que la propia secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, lo ponen en el centro de la crítica, al aparecer como la figura mediática de la seguridad del gobierno de AMLO, cuando la seguridad es el gran tendón de Aquiles de este gobierno.

Después de un periodo cruento de 2007 a 2012, Coahuila ha logrado convertirse en uno de los estados más seguros del país, pero esto en gran medida se debe a que se mantiene al margen de la política federal de seguridad de “abrazos no balazos”.

Ha existido mucho trabajo en los últimos dos gobiernos de Coahuila para combatir a la delincuencia organizada, pese a los serios recortes presupuestales que ha sufrido el estado por parte de la federación.

En la pugna interna de Morena por la candidatura al gobierno del estado, son los propios competidores morenistas quienes le han señalado a Ricardo Mejía Berdeja nexos con el crimen organizado del estado de Guerrero, un estado infestado en todas sus regiones por organizaciones criminales que, lejos de disminuir en el actual gobierno federal, se han incrementado.

Ricardo Mejía viene así de uno de los estados del país con mayores problemas de seguridad, donde el crimen organizado controla las principales ciudades de la entidad, incluyendo la propia capital Chilpancingo y el puerto de Acapulco.

Es también Guerrero uno de los estados donde se dan mayores nexos entre el medio político y las organizaciones del crimen organizado.

De entrada, éste es un muy delicado antecedente en el historial político de Mejía Berdeja, más cuando ha realizado una intensa campaña proselitista como precandidato, sin explicar de dónde obtiene los recursos para ello, además de estar violentando las leyes electorales por casi todo un año.

El 22 de octubre, a manera de referencia, fue asesinado en un restaurante de la ciudad de Guadalajara, Salvador Llamas Urbina, consejero nacional de Morena y operador de la precampaña de Mejía Berdeja en Coahuila. El asesinato se dio después de una discusión entre mafiosos del crimen organizado.

Se puede anticipar que la seguridad será el principal tema de la campaña electoral por Coahuila.

 

DESCONOCIDO Y SIN RELACIONES

Morena, o más específicamente el círculo que rodea al presidente de la república, que es el que decide todo, decidió inventar a Ricardo Mejía Berdeja como candidato a la gubernatura de Coahuila, partiendo de cero, por lo cual se ha tomado todo el 2022 violado la ley electoral, para posicionarlo en los medios de comunicación y en las redes sociales.

Sus propios competidores de Morena por la candidatura, como Armando Guadiana Tijerina, se han encargado de denunciar a Jesús Ramírez Cuevas, el encargado de comunicación de la presidencia de la república, como una de las gentes que están manejando campañas a favor de Mejía Berdeja y, al mismo tiempo, campañas sucias en contra de sus opositores internos, utilizando los recursos y el poder de los cargos públicos que ocupan.

Al final, y después de un año de invertir dinero cuya procedencia no es clara, Ricardo Mejía es el precandidato que más posicionado se encuentra en los medios de comunicación, pero nacionales, no de Coahuila, lo que no significa que tenga una mayor aceptación y pueda ganar una encuesta real en contra de los otros precandidatos morenistas.

Han logrado también que sea electo candidato por el Consejo Estatal de Morena, por 42 votos de un total de 66 votos emitidos, pero eso no significa que cuente con el respaldo del morenismo en Coahuila, debido a lo sucio de la elección de los consejeros, y a la poca legitimidad que tiene el Consejo Estatal.

En resumen, Ricardo Mejía es un candidato inventado, por medio de procedimientos sucios y violentando la ley electoral, desde palacio nacional, cuando no tiene arraigo en Coahuila, lo que significa que es desconocido entre los diferentes sectores sociales, desde los medios populares hasta los medios empresariales; no tiene un equipo político sólido, o por lo menos decoroso, y su proyecto político para Coahuila es trasladar a la entidad el discurso oficialista, en todos los temas que son esenciales para el estado, como salud, educación, economía, empleo, seguridad, gasto público, gobernanza y procesos electorales, entre otros.

Un elemento que no puede pasarse por alto es que Ricardo Mejía Berdeja, además de ser impuesto como candidato en Coahuila, es un político profundamente resentido con el medio público regional, lo que generaría un conflicto permanente con las diferentes fuerzas políticas del estado, a las cuales intentaría desplazar, usando todos los medios a su alcance, en caso de que lograra llegar a la gubernatura.

Podría obrar en su favor si fuera un político brillante, con una trayectoria de primer nivel, que le diera un nivel ejecutivo alto, pero su trayectoria ha sido brincar de un partido a otro, hasta en cuatro ocasiones, para obtener posiciones políticas de nivel medio. Nunca ha gobernado nada, mucho menos en Coahuila, ni ha ocupado un cargo importante dentro de un gobierno estatal.

Por cuestiones circunstanciales, y debido a la mediocridad de la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, quien tiene una pobre presencia y una escasa habilidad de comunicación, se convirtió en el vocero de la seguridad nacional en “las mañaneras”, lo que no significa, en ningún sentido, que sea un funcionario altamente competente en su desempeño real.

¿Es ése un buen perfil para convertirse en gobernador de Coahuila? Definitivamente no, pero ya todo el aparato del gobierno federal, con todos sus programas asistenciales, funcionarios y recursos económicos, se aprestan a promoverlo como “el cambio y la transformación de Coahuila; como la gran alternancia”. Un ex priista resentido, que ha recorrido cuatro partidos políticos diferentes, se presenta como la gran alternancia al PRI. Todo un absurdo.

También es un absurdo que el equipo del que está rodeado Mejía Berdeja será, en su mayoría, no de miembros de Morena, ni de cuadros de este partido, sino de ex priistas que, traicionando sus relaciones y filiación, han transado posiciones políticas al mediano plazo, a cambio de dar su apoyo.

Ya en la precampaña se ha tejido todo un entramado de corrupción, que incluye las aportaciones de los nuevos empresarios mineros que explotan las concesiones de carbón otorgadas por la CFE, como la alcalde morenista de Múzquiz, Tania Vanessa Flores Guerra, “la reina del carbón”, dinero procedente de instancias gubernamentales, como el gobernador morenista de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, padrino de Mejía Berdeja, además de otras fuentes cuya licitud no ha sido ni será aclarada.

Y esto es sólo la precampaña de posicionamiento. La campaña requerirá de mucho mayores fuentes de ingreso, y la mayoría de éstas provendrán de la corrupción, lo que puede dar una idea bastante aproximada de qué tipo de gobierno ejercería Morena en Coahuila, en caso de ganar la gubernatura.

Lo más incoherente para el movimiento morenista en Coahuila es que tendrán un candidato que no surgió de las filas de Morena en Coahuila; que, hasta el mes de marzo de 2022 en que comenzó a realizar actos de proselitismo, era un completo desconocido, no sólo para los morenistas sino para los coahuilenses en general. Un desconocido sin arraigo, pero con mucha arrogancia. Habrá que ver lo que pasa con Morena en el proceso electoral con un candidato que le han impuesto.

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