Por: Eugenia Rodríguez

En medio de un zafarrancho entre grupos antagónicos de Morena, donde el líder nacional, Mario Delgado Carrillo, tuvo que abandonar el local en medio de la rechifla y una lluvia de huevos, Marina Vitela fue postulada como precandidata única a gobernadora por el estado de Durango, en lo que es probablemente el más controvertido inicio de una campaña electoral que se tenga registrado en los anales de la historia política duranguense.

La exalcaldesa de Gómez Palacio, ex diputada federal y exsecretaria general del PRI estatal, iniciará su campaña electoral con un partido de Morena dividido drásticamente; con un nivel de aprobación muy bajo sobre su desempeño al frente del gobierno municipal de la segunda ciudad del estado, pero además con un nivel de aceptación ciudadana que no parece tener ninguna coincidencia con la encuesta interna que realizó el propio partido de Morena.

Para complicar aún más la posición de Vitela Rodríguez, está el hecho de ser la primera mujer que es postulada como candidata a la gubernatura en la historia política estatal, pero también la primera gomezpalatina que busca este cargo.

Anticipando que habrá impugnación a la nominación, Mario Delgado retó a los inconformes a que “impugnen lo que tengan que impugnar”, al mismo tiempo que a sus espaldas había un griterío que le calificaba como “corrupto”, “vendido”, “traidor”.

La mayor parte de los opositores que hicieron, literalmente, huir al dirigente nacional de Morena, son simpatizantes del senador morenista José Ramón Enríquez Herrera, un férreo contrincante interno que buscaba la candidatura, pero la división del partido oficial no se limita a este grupo: es un fenómeno muy amplio al interior del partido, que ya se dio en la designación de Marina Vitela como candidata a alcaldesa de Gómez Palacio hace tres años.

Si la impugnación se vuelve a presentar, la campaña de Marina Vitela se podría ver en problemas, como sucedió también hace tres años, lo que sería una ventaja adicional para el candidato opositor de la alianza PAN-PRI-PRD, Esteban Villegas.

Como gran parte de los candidatos de Morena, Vitela Rodríguez es realmente una política con un origen y una larga trayectoria en el PRI, del cual fue inclusive secretaria general del Comité Estatal y ha sido una protegida del exgobernador priista Jorge Herrera Caldera, un personaje corrupto y con una muy mala reputación, lo que motivó inclusive a la alternancia por primera vez en la historia de Durango.

Considerada ya desde su etapa en el priismo como una persona de carácter difícil, con muy poco carisma y don de gentes, Marina Vitela surgió a la política desde una modesta posición como enfermera en una institución médica oficial, sin tener ninguna otra preparación o grupo de apoyo, pero sí la protección personal del grupo político priista que inició Ismael Hernández Deras y continuó, de la peor forma, Jorge Herrera Caldera.

Nunca ha gozado de aceptación entre la militancia efectiva de Morena, pero se ha vendido bastante bien ante la dirigencia nacional morenista. Su designación se da al más puro estilo del antiguo “dedazo” de la dirigencia nacional, lo que complica severamente las posibilidades de Morena por hacerse de la gubernatura del estado de Durango; el estado más pobre del norte del país.

EL DESORDEN MORENISTA

La elección de Marina Vitela se da en función de los intereses electorales del partido oficial en los otros cinco estados que tendrán proceso por la gubernatura en este año de 2022 y, por lo que se puede apreciar, Durango no aparece como un estado prioritario dentro de los planes de la 4T.

Marina Vitela tuvo un desempeño muy gris al frente del gobierno municipal de Gómez Palacio, pero además ha abandonado el cargo restándole todo un año, lo que le califica mal en su primer cargo de gobierno.

El reciente pasado priista de Marina Vitela le parece inaceptable a la militancia morenista, pero además hay la convicción de que no fue ella la ganadora de la encuesta realizada por el partido en diciembre pasado, lo que tendrá como consecuencia inmediata que inicie su campaña electoral sin el apoyo de una buena parte de su propio partido, pero además con una mala imagen en Durango capital, donde la alianza PAN-PRI-PRD ha logrado una buena integración y llega con buena cohesión a la campaña electoral.

Se da por descontado que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador y la dirigencia nacional de Morena acudirán en ayuda de Marina Vitela, pero esto no parece ser suficiente para sacar adelante una campaña que se puede complicar, o más bien ya ha iniciado complicada.

Con Leticia Herrera Ale como candidata a la presidencia municipal y tomando en cuenta que el PRI gobierna en Lerdo, la única “base” de apoyo de la candidata morenista se vería aún más disminuida.

Los analistas habían pronosticado que la contienda por la gubernatura en Durango sería muy peleada, pero con la forma en que se ha dado el proceso de selección de candidatos todo indica que las cosas se han puesto a favor de Esteban Villegas, quien además deberá obligadamente aprovechar la experiencia que tuvo en su pasada campaña por la gubernatura, cuando perdió precisamente frente al actual gobernador, José Rosas Aispuro.

Y tampoco se puede pasar por alto que José Rosas Aispuro, quien es un hábil operador electoral, fue uno de los gobernador más mal tratados por el gobierno federal en los últimos tres años y tiene en su haber más de un agravio, inclusive público, por parte del gobierno federal, así que la elección del 5 de junio será para él un compromiso de reivindicación personal para concluir exitosamente en lo político su gobierno.