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Coahuila a diez años de la deuda

Coahuila / Coahuila Principal / Slider / 7 febrero, 2022

Por: Gerardo Lozano

En este año de 2022 se cumplirán diez años de que Rubén Moreira, como gobernador de Coahuila, formalizara la deuda heredada por su hermano Humberto Moreira y el interino de éste: Jorge Torres López.

Viendo los números con frialdad, el daño que le provocaron los Moreira a Coahuila se agiganta, porque lo más grave es que ha resultado un daño permanente que mantendrá en una precariedad económica las finanzas públicas del estado por toda esta década y la próxima si el gobierno federal no hace algo al respecto, y está bien claro que no hará nada, por lo menos ése es el oscuro panorama que se percibe hoy.

Por los candados legales que tiene esta deuda es imposible hacer modificaciones para obtener, por ejemplo, una quita sustancial de intereses, incrementando el pago del capital. La única instancia que tiene el poder de cambiar este esquema es el gobierno federal, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, pero aún así el tema es muy delicado.

Algunos políticos panistas siguen manejando el problema de esta deuda, pero con el propósito de sacar beneficios políticos, porque no tienen ninguna propuesta concreta de solución.

Si se le ve en retrospectiva, el gobierno panista de Felipe Calderón, a través de su secretario de Hacienda, debió haber parado el endeudamiento que estaban realizando algunos gobernadores entre el 2010 y el 2012, más en el caso de Coahuila, cuando el destino de esa deuda no tenía una justificación sustentable en obra pública o infraestructura. Había información para haber tomado decisiones e impedir primero la adquisición de gran parte de esa deuda y, segundo, su formalización, cuando inclusive había inconsistencias legales graves.

FOTO: MARIO JASSO/CUARTOSCURO.COM

OPERAR HACIENDO MILAGROS

Al poner a los gobiernos estatales sucesivos la obligación de un pago de deuda a largo plazo por 4 mil 544 millones de pesos anuales, estos tienen que operar en una precariedad que llega casi al extremo, a lo que se suma el hecho lamentable de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador está castigando financieramente a Coahuila.

Contra lo que puede pensarse de que un gobernador tiene que justificar a su antecesor por ser del mismo partido, esto no funciona así, porque al momento de que alguien asume al poder se vuelve completamente independiente, más si el antecesor goza de un gran desprestigio y rechazo social, como es el caso de los hermanos Moreira.

La única relación posible es la irritación y el encono, al tener que gobernar con una estrechez financiera de tal magnitud, limitando la realización de nuevos proyectos, arrastrando tensiones e impidiendo desplegar una obra propia de una magnitud razonable.

En estas circunstancias se tiene que ser sumamente disciplinado y operar con un orden financiero espartano, priorizando al máximo cada peso del que se dispone para inversión, una vez que se cubren todos los renglones de gasto que están ya institucionalmente comprometidos.

Para cubrir los compromisos de un año, ordinariamente se ha tenido que contraer créditos a corto plazo que son cubiertos en el ejercicio siguiente, para evitar incrementar la deuda a largo plazo; administrar con dificultades el pago a proveedores y enfocarse básicamente a programas de tipo esencial.

LOS NÚMEROS

Coahuila contará en este año con un presupuesto de egresos por 56 mil 888 millones de pesos, pero al cual tiene que restarle el 8% por el pago de la deuda, algo realmente complicado que sigue moviendo a la indignación.

Según documentos oficiales de la Secretaría de Finanzas, a cargo de Blas Flores Dávila, se tiene una deuda total de 38 mil 226 millones de pesos, integrada de la siguiente manera: mil 860 millones de pesos compuestos por seis créditos a corto plazo y 36 mil 277 millones de pesos compuestos por cinco créditos a largo plazo.

De acuerdo con la misma Secretaría de Finanzas, estos créditos simples de corto plazo fueron por insuficiencia de liquidez de carácter temporal.

Al corte del mes de diciembre de 2021, Coahuila debía a Banco Azteca 183 millones 333 mil pesos, mientras que a Banorte se le debía mil 275 millones de pesos derivado de dos créditos.

Al banco HSBC 100 millones, a BBVA 181 millones 900 mil pesos y a Santander 120 millones.

De los cinco bancos con los que se tiene adeudo, son Banco Azteca y Banorte los que se llevarán mayor pago de intereses con 6 millones 864 y 42 millones 545 mil pesos.

Esta deuda a corto plazo se ha ido liquidando cada año y es indispensable para poder operar el aparato gubernamental, de otra forma se presentaría una parálisis, especialmente en el último trimestre de cada periodo anual, el problema realmente es esa gigantesca herencia de deuda a largo plazo.

Dentro y fuera del priismo lo que hicieron los hermanos Moreira es indefendible y sus consecuencias, a diez años del endeudamiento, se han vuelto más difíciles de sobrellevar debido a las políticas de recortes presupuestales que lleva a cabo el gobierno de la 4T, pues Coahuila no es el único estado que se encuentra en tal situación, pero sí de los más castigados, tomando en cuenta que es uno de los estados más productivos del país y genera una aportación fiscal mucho más importante que estados que si están siendo apoyados financieramente.

DEUDA A LARGO PLAZO

El Gobierno de Coahuila tiene una deuda de 36 mil 366 millones de pesos a largo plazo, son créditos con plazos de 20, 25 y 30 años.

Con el banco Multiva se tienen dos créditos a largo plazo por 10 mil 995 millones 331 mil pesos y 4 mil 997 millones 878 mil pesos.

Mientras que a Banobras se le deben dos créditos más de 8 mil 946 millones 412 mil pesos y 3 mil 471 millones 430 mil pesos.

Al banco Banorte se le deben 7 mil 955 millones 637 mil pesos. Cabe mencionar que, a diferencia de los créditos a corto plazos, los de largo plazo fueron heredados por compromisos crediticios de las pasadas administraciones a cargo de Humberto Moreira, Jorge Torres y Rubén Moreira.

Como se puede observar, el propietario del 33% de la deuda a largo plazo de Coahuila es Banobras, con 12 mil 417 millones de pesos, un banco que depende de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por lo cual un tercio de los intereses que se pagan los está ingresando el mismo gobierno federal.

Otro dato significativo es que el banco Banorte es propiedad de Carlos Hank, heredero de la dinastía Hank González, cuyo padre es el fundador del llamado Grupo Atlacomulco, del cual surgió Enrique Peña Nieto y ya es bien conocida la relación política de Humberto Moreira con dicho clan político, como lo es el inocultable pacto de AMLO para no tocar a los políticos cercanos a Peña Nieto, mucho menos a quienes maniobraron para el financiamiento de su campaña electoral del 2010 al 2012.

Con base en una estimación per cápita, los cinco estados más endeudados del país son, de mayor a menor: Nuevo León, Quintana Roo, Chihuahua, Coahuila y Ciudad de México, gobernados respectivamente por Movimiento Ciudadano, PAN, PRI y MORENA.

El único que ha recibido un apoyo es la Ciudad de México, que tiene una deuda de 84 mil 201 millones de pesos, y es también el único gobernado hasta ahora por MORENA.

Coahuila destinará 470 millones de pesos para cubrir adeudos de ejercicios fiscales anteriores en este 2022.

La composición de esta deuda bancaria no se ha especificado en el Presupuesto de Egresos aprobado por el Congreso Local; sin embargo, este adeudo no causa intereses.

Cabe mencionar que cada año se destina una parte de los recursos públicos para solventar estos deberes financieros, pero en esta ocasión se registró un incremento en el monto a destinar. De acuerdo con el presupuesto de Egresos 2021, este recurso pasó de 300 millones a 470 millones de pesos.

A DETALLE

De acuerdo con el Presupuesto de Egresos 2022 publicado por el Congreso Local, de los 5 mil 674 millones de pesos destinados a pago de deuda, 649 millones 78 mil pesos se aplicarán a costos por coberturas, 10 millones 239 mil pesos a gasto de deuda interna, 2 mil 595 millones 456 mil pesos al pago de intereses y mil 949 millones 325 mil pesos a la amortización de la deuda.

Aunado a ello, se suman los 470 millones de adeudos de ejercicios fiscales anteriores.

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