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¿Ocultando el origen del coronavirus?

Análisis Político y Social / Opinión / 1 marzo, 2021

Por: La Redacción

Cuando el virus del COVID-19 salió de China y llegó a otros países, hace ya más de un año, la explicación que difundió China, una dictadura férrea con un total control de los medios internos de información, era sumamente simplista: todo orientaba a que el probable origen del virus hubiera sido el mercado “mojado” de Huanan, en la ciudad de Wuhan, una urbe de más de 10 millones de habitantes.

Esa misma versión simplista dijo que el virus se habría transmitido de un murciélago a un humano, que sería el paciente cero, y de ahí a un grupo mucho más numeroso de personas en la misma Wuhan.

La Organización Mundial de la Salud, OMS, que cometió varios errores importantes que ayudaron a la expansión de la pandemia, ha obedecido a los intereses de China para proteger su imagen en el mundo y rechazar, inicialmente, el ingreso de una comisión internacional de científicos para realizar una investigación sobre el origen del COVID-19.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, el presidente de la OMS, se ha mostrado abiertamente complaciente con China, la segunda potencia económica mundial, que ha logrado, sólo cuatro meses después del surgimiento de la pandemia, controlarla en todo su territorio y su gigantesca población de 1,300 millones de habitantes, sin tener las graves repercusiones que ha tenido el resto del mundo.

Finalmente, después de muchas presiones y una vez que Donald Trump se ha ido de la presidencia de Estados Unidos, China permitió el acceso a una misión internacional de científicos de la OMS para realizar una investigación, cuando ya había transcurrido más de un año del origen de la pandemia y se había realizado toda una “limpieza” por parte del régimen chino en lugares e instituciones claves.

La misión fue condicionada por fuertes restricciones, limitada a tan solo 15 días de trabajo de los científicos extranjeros y una fuerte censura y control de los medios de comunicación, además de ser vigilada por todo un equipo de científicos chinos.

CUIDAR LA IMAGEN DE CHINA

Cuando China accedió a darle entrada a un equipo de científicos de la OMS, su propósito principal era el cuidar su imagen y terminar con varias versiones sobre el origen del COVID-19, entre ellas la teoría de que el virus se había escapado del Instituto de Virología de Wuhan, especializado en patógenos de nivel 4, que son de altísima peligrosidad.

Aunque la misión de la OMS, encabezada por Peter Ben Embarek, experto en zoonosis, han afirmado que sus descubrimientos aportan información relevante y se conoce mucho más sobre el virus del COVID-19, las conclusiones que hasta ahora han emitido arrojan una visión más confusa e incierta sobre el origen de la pandemia que azota al mundo, pero además siembra inclusive la duda de que el virus haya surgido realmente en China, la cual es la mejor de las versiones que esperaba la dictadura roja que domina al país más poblado del planeta.

Peter Ben Embarek ha declarado que, después de la misión realizada, han llegado a la conclusión que los cuatro posibles orígenes del COVID-19 serían los siguientes:

  • Transmisión directa de animal a humano.
  • Transmisión a través de huésped animal intermedio (de animal a animal y luego a humano).
  • Transmisión a través de alimentos congelados de la cadena de frío.
  • Posible fuga de un laboratorio.

De inicio, y después de la visita al Instituto de Virología de Wuhan, Peter Ben Embarek afirma que la posibilidad de que el virus sea creación humana y se haya escapado de ese laboratorio está descartada, “porque es extremadamente improbable”, por lo cual se desechará inclusive en futuras investigaciones.

El laboratorio fue visitado más de un año después del surgimiento de la pandemia, y ninguna autoridad científica externa al equipo chino que lo maneja ha declarado que tuviera acceso al mismo en los meses previos a diciembre de 2019.

Es de sentido común que para el gobierno chino era de altísima prioridad que el Instituto de Virología de Wuhan mostrara al mundo tal nivel de control y eficiencia que resulte imposible una fuga del material viral que maneja. En un periodo de más de un año pudieron hacer las adecuaciones que ellos quisieran en las instalaciones, logrando que se descarte la primera posibilidad.

Al visitar el mercado “mojado” de Huanan, los científicos de la OMS encontraron lo que ya se sabía: un poco después de que apareciera la pandemia fue limpiado con toneladas de desinfectantes, borrando casi por completo cualquier evidencia para una investigación, pero persiste la versión de que los científicos chinos sí tuvieron acceso al mercado antes de ser desinfectado.

En la estancia de 15 días, los científicos de la OMS encontraron que inicialmente se dieron brotes de COVID-19 en la ciudad de Wuhan en grupos que no habían tenido contacto con el mercado de Huanan, lo que contradeciría la versión inicial de que el virus se originó en este lugar, abriendo la posibilidad de que haya provenido de otra región de China, o inclusive del extranjero.

La segunda posibilidad, que el virus fue transmitido de un animal a otro animal y de ahí a un humano, es la que los científicos consideran como la más probable, pero hasta ahora los especialistas chinos afirman haber investigado a miles de especies animales sin haber encontrado en ninguna de ellas el virus, así que estaríamos ante la incógnita de cuál fue el animal intermediario que pasó el virus a un humano.

Esto, mientras no se resuelva, deja una enorme incógnita y se desconoce si será posible que el origen llegue a conocerse en el futuro, lo que es muy delicado para la ciencia a nivel internacional, pues dificulta la prevención de la aparición de futuras pandemias.

Finalmente la misión científica de la OMS abrió otra puerta que le resulta muy conveniente a China, y es la que considera la posibilidad de que el virus llegase a este país a través de las importaciones de alimentos congelados por medio de la cadena de frío, por lo cual el origen del COVID-19 podría haberse dado en otro país y no en China. ¿Pero cuál país si China tiene el comercio internacional más grande de alimentos? Otra incógnita muy favorable a la imagen del gigante asiático, que de esta forma se convertiría en víctima y no en responsable del surgimiento de la pandemia.

Como se puede ver, la misión de científicos de la OMS a China se ha dado cuando China lo ha querido, en los términos que ella impuso y con resultados políticamente más que favorables a su imagen.

Los científicos que más probabilidades tenían de establecer el origen del COVID-19 eran los chinos, pero obedecen a las órdenes de la dictadura que maneja el país, para la cual primero están sus intereses políticos y económicos.

Lo que hayan descubierto los científicos chinos se quedará guardado en China, uno de los regímenes más opresores de las libertades individuales y de información en el mundo.

¿En concreto qué sabemos de nuevo en torno al COVID-19 después de la primera, y tal vez la única, misión científica internacional a la que se le ha dado acceso? Sólo que a China le ha ido excelente para limpiar su imagen a nivel internacional y la pandemia sigue siendo una incógnita, que amenaza a toda la población mundial y los muertos se cuentan por millones, mientras que los enfermos por centenas de millones.

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