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Armando Guadiana, contra su edad y su oscuro historial

Análisis Político y Social / Opinión / 31 enero, 2021

Por: Rodrigo Tejeda

Armando Guadiana Tijerina ha pedido licencia a su cargo como senador de la república para postularse como candidato a la presidencia municipal de Saltillo, una decisión desconcertante que no pareciera tener sentido político, como no sea el de tratar de hacerse de una base electoral para volver a intentar ser candidato a gobernador de Coahuila en 2023, pero tiene al menos dos problemas insalvables: su edad (este mes de marzo cumple 75 años) y un historial oscuro como empresario, además de muchos otros inconvenientes de tipo político-electoral.

El senador por Morena, nativo de Múzquiz, según su perfil biográfico oficial, ha sido toda su vida un controvertido y versátil empresario y, sólo en ciertos periodos cortos de su vida, también político, afiliado al PRI desde 1969 hasta 2012 (43 años nada más) y ahora miembro de Morena, que lo postuló a la gubernatura en 2017 y en 2018 lo hizo senador plurinominal.

El paso del PRI a Morena, cuando ya era un hombre viejo, se debió a lo que ha motivado toda su ya larga vida: los negocios y el dinero.

A partir del 2011 Armando Guadiana entra en un pleito muy agresivo en contra del exgobernador del estado, Humberto Moreira Valdés, originado en el más importante de sus muchos negocios: la explotación y la venta de carbón a la CFE.

Con mutuas acusaciones e inclusive demandas de por medio, el pleito con los hermanos Moreira Valdés pasó de Humberto a Rubén, lo que llevó a Guadiana Tijerina a buscar un acercamiento con Andrés Manuel López Obrador, de quien se convirtió en su principal patrocinador y hombre de confianza en Coahuila.

Actualmente el empresario minero es el jefe político de Morena en el estado, desde su posición de senador y excandidato a la gubernatura.

Aunque en su campaña para la gubernatura utilizó el folklórico eslogan “El viejo del sombrerón”, haciendo alusión a la canción cumbiera del mismo nombre, y su aspecto es el de un ranchero rico, con traje casimir, corbata y un gran sombrero texano fino de lana blanca, como salido de una de las historietas de los años sesentas de Rius, quien dibujaba así a los políticos de aquella época, Armando Guadiana es un empresario sumamente versátil, con múltiples intereses y aficiones, además con una sólida formación profesional como ingeniero civil, egresado con maestría del ITESM.

Es decir: su aspecto y atuendo físico es engañoso, pero también lo son sus intereses, para quien no conoce su trayectoria personal, empresarial y política.

El listado completo de sus empresas e inversiones es desconocido, debido a su diversidad y a lo intrincado de su participación en diversas sociedades mercantiles.

Tiene participación principalmente en la minería, la industria de la construcción, la ganadería de producción de carne, huertas de nogal y manzana, crianza de reses bravas para la lidia, equipos deportivos de nivel profesional, computación, muy extensas propiedades de tierras para explotación minera y de hidrocarburos, además de bienes y raíces. Entre lo que se conoce tiene detectadas 11 empresas, casi todas ellas ubicadas en estados del norte del país.

Su ingreso a la política se da por intereses económicos muy específicos. Fue director del Catastro del Estado de Coahuila, de 1971 a 1973, en el periodo de Óscar Flores Tapia, un cargo que le permitía hacer operaciones relacionadas con tierras, que es la base del negocio minero. Tenía tan solo 25 años de edad y debió de ser su primer trabajo en forma.

En ese mismo sexenio se convierte en diputado local por el X Distrito, que correspondía a la región carbonífera, de 1973 a 1976, pero concluido el sexenio de Flores Tapia se aleja de la actividad política para dedicarse a los negocios, donde ha tenido una muy larga y exitosa carrera.

Como empresario ha sido pragmático y poco escrupuloso, lo cual es por demás bastante común en el medio empresarial mexicano, especialmente en aquellos empresarios que han hecho sus fortunas a partir de relaciones y contratos con el medio gubernamental, que es el caso de Guadiana Tijerina.

En 1993, cuando despegaba su carrera empresarial, estuvo preso en el penal de Topo Chico, en Monterrey, Nuevo León, debido a lo que él llama como un adeudo de carácter mercantil, en un periodo en que iban mal sus negocios y tuvo que declararse en suspensión de pagos, pero en realidad se debió a una deuda financiera que se negaba a pagar, la cual tuvo que ser cubierta en su totalidad, por lo que su estancia en el horrible penal se limitó a dos días y el asunto fue borrado de su expediente.

El carácter desenfadado del personaje quedó plasmado en una frase que declaró a la prensa local, cuando al ser cuestionado sobre si era un hombre honrado, a lo cual contestó: “honrao, honrao, honrao, pos no”, o aquella en la cual le fueron detenidos dos camiones repletos de mercancía de contrabando por parte de las autoridades policiacas; después de que la mercancía fuera identificada como propiedad de Armando Guadiana Tijerina, fue cuestionado al respecto y declaró: “debió de tratarse de un incómodo homónimo”.

No es casualidad que sus principales negocios estén relacionados con la venta de servicios y de materia prima a los gobiernos estatales y federales. La venta de carbón mineral a la CFE ha sido el más grande de sus negocios.

EL CARBÓN Y EL PLEITO CON LOS MOREIRA

Como se ha mencionado, a partir del 2011 inicia un pleito virulento en contra de los hermanos Humberto y Rubén Moreira, a partir del negocio de la venta de carbón a la CFE, donde el gobierno del estado jugaba un papel muy importante a través de la Promotora para el Desarrollo Minero.

Guadiana la emprendió contra el gobierno de Humberto Moreira, haciendo fuertes señalamientos sobre el problema de la deuda y otros temas que eran especialmente incómodos para el exgobernador, quien le contestó al ahora senador por Morena acusándolo de difamación y de estar coludido con el narcotráfico, específicamente con el Cartel del Golfo y con Los Zetas para la explotación ilícita de carbón y su venta a la CFE.

En las acusaciones de Humberto Moreira con Armando Guadiana y su hermano José Luis Guadiana, le atribuía el realizar explotación de carbón a través de la empresa Minerales Industrializados, S. A. a favor del crimen organizado.

El 10 de octubre de 2012 Humberto Moreira presenta la primera demanda en contra de Armando Guadiana y se inicia así un largo pleito, en el cual también Guadiana demandaría a Humberto Moreira.

En medio de estos litigios, la SEIDO (Secretaría Especializada en la Investigación del Crimen Organizado) cita a declarar a los Guadiana y les son congeladas las cuentas bancarias a la empresa Minerales Industrializados, S. A. (MINSA). Se establece que efectivamente el crimen organizado estaba inmiscuido en el negocio de la explotación de carbón mineral y su venta a la CFE, pero los Guadiana argumentan que eran los trabajadores de la empresa los que estaban coludidos y permitían este tipo de operaciones, mientras que ellos estaban totalmente al margen.

En estas fechas los principales líderes de Los Zetas, quienes habitaban un rancho en el municipio de Progreso, fueron abatidos o detenidos por las fuerzas especiales de la Marina Armada de México; el cártel, que había sembrado el terror en casi todo el territorio de Coahuila, entró en proceso de desintegración.

Finalmente, la SEIDO no pudo o no quiso probar nada, como tampoco se llevó a cabo ninguna investigación a fondo sobre algo que era del dominio público: la incursión del crimen organizado en el negocio del carbón durante estos años, que van de 2010 a 2015, aproximadamente.

Pese a que en lo judicial ninguna de las dos partes pudo concretar nada, la pugna entre Humberto y Rubén Moreira y los hermanos Guadiana Tijerina continuó. Como revancha, Rubén Moreira canceló la tauromaquia en Coahuila a través del Congreso del Estado, atacando lo que es tal vez la pasión más grande de Armando Guadiana, quien es dueño de la ganadería que lleva su apellido, ubicada en Mazapil, Zacatecas, que fuera fundada por Lorenzo Garza en 1937 y cuenta con una de las trayectorias más importantes en la tauromaquia mexicana.

Como referencia aparte, este rancho ganadero es una muy bonita propiedad, según se puede apreciar inclusive en la internet, bajo la denominación de ganadería de Armando Guadiana o, sencillamente ganadería Guadiana.

La pugna se continuó y todavía en mayo de 2016 Armando Guadiana era víctima de espionaje telefónico. En esas fechas se publicó, a través de Anonymous México, una conversación privada entre Armando Guadiana y su esposa Guadalupe Mandujano, con el propósito evidente de ridiculizar al jefe político de Morena en el estado. Extraoficialmente la autoría de dicho espionaje se les atribuyó a funcionarios cercanos al ex gobernador Rubén Moreira.

Fue hasta los inicios de 2017 que las autoridades estadunidenses procesan a uno de los operadores del Cártel del Golfo, llamado Juan Francisco Sáenz Tamez, alias “Comandante Panochitas”, quien en sus declaraciones juradas afirma que las operaciones de explotación y venta de carbón en las propiedades de José Luis y Armando Guadiana Tijerina eran al revés de lo que habían declarado, pues fueron los empresarios quienes daban órdenes a sus trabajadores de entregar el carbón y su venta a los encargados del Cártel del Golfo.

Lo anterior quedó asentado en el expediente 76/36-379, pero ya habían transcurrido varios años desde la investigación de la SIEDO (Secretaría Especializada en la Investigación del Crimen Organizado) y además era ya el último año del gobierno de Enrique Peña Nieto, por lo que el asunto fue enterrado. Por lo declarado por el propio Armando Guadiana, su hermano José Luis vive en los Estados Unidos.

LA REVANCHA Y EL CONFLICTO DE INTERESES

Aunque la conclusión aparente del pleito entre los Moreira y los Guadiana es que se trataba de un juego sucio donde ambas partes resultaban impresentables, Armando Guadiana no desistió y se dispuso a cobrarse.

Renuncia al PRI y se convierte en entusiasta patrocinador de Andrés Manuel López Obrador. En 2017 se postula como candidato al gobierno del estado de Coahuila por Morena, pero queda relegado a una tercera y muy distante posición; no obstante, se hace de una imagen pública a nivel estatal, retornando a la política por una puerta mucho más grande.

Convertido ya en el jefe político de Morena, en 2018 es designado senador plurinominal y, algo muy delicado, presidente de la Comisión de Energía en el Senado de la República, en lo que es todo un conflicto de intereses, o para ir al lugar común “la iglesia quedó en manos de Lutero”.

En julio de 2020, el prestigiado diario español El País publicó una investigación muy documentada (“Cuatro empresas vinculadas a un senador de Morena aparecen como proveedoras de la CFE”[1], por Georgina Zerega y Jon Martín Cullell), en la cual expone que Armando Guadiana había obtenido al menos 57.9 millones de pesos a través contratos de adjudicación directa por parte de la CFE, por medio de las empresas Carbón Mexicano, Zapalinamé, Río Álamo y Minera 2G, empresas fundadas en muy diferentes años, desde 1993 hasta 2005, todas ellas propiedad del empresario coahuilense a través de diferentes esquemas legales-mercantiles.

Lo anterior representa un muy fuerte conflicto de intereses debido a su posición como Presidente de la Comisión de Energía del Senado, pero no sucedió nada al interior del senado ni del gobierno federal.

Ya en este año, el portal digital “Hombres del Poder”[2], en el artículo “Otro cercano a AMLO, metido con narcos y defraudadores”, bajo la firma de Rodolfo Vizcaino, denuncia que Armando Guadiana compró dos concesiones mineras a Jesús Garza Guerra, siendo éste perito de la Secretaría de Economía. Dichas concesiones se ubican en los estados de Zacatecas y Sonora y tienen una superficie total de 36 mil 368 hectáreas, en lo que se califica como un tráfico de influencias, debido a la posición de Garza Guerra como funcionario público y su acceso a información privilegiada, pero no es, ni a distancia, la primera ocasión en que Guadiana Tijerina realiza este tipo de operaciones. De hecho, así comenzó su carrera como empresario minero.

Hoy Armando Guadiana está ya en campaña por la presidencia municipal de Saltillo, buscando aprovechar el muy mal momento por el que atraviesa el PAN en la capital del estado, donde en la pasada elección por las diputaciones locales obtuvo un promedio de votación de apenas 9%, la mitad de lo que obtuvo Morena, pero tendría que derrotar al PRI, que logró un promedio de 51% en los cuatro distritos, bastante más del doble que Morena.

El principal recurso de que dispone Guadiana Tijerina es dinero, pero es demasiado complicado que por más grande que sea la bolsa pueda ganar una elección municipal en un municipio donde no tiene suficiente presencia y el PRI goza de un posicionamiento tan fuerte; además, como se mencionó al inicio, es un hombre ya muy viejo para electores que son mucho más jóvenes y su historial no es nada edificante como empresario.

Uno de sus pocos activos es haber sido por 10 años presidente del club de beisbol Saraperos de Saltillo y la ligereza de su pintoresco carácter, pero es muy probable que su propósito principal no sea ganar sino darle un mayor empuje a su partido Morena, en lo que será un muy reñido proceso electoral.

[1] https://elpais.com/internacional/2020-07-31/cuatro-empresas-vinculadas-a-un-senador-de-morena-aparecen-como-proveedoras-de-la-cfe.html

[2] https://hombresdelpoder.com/columna.php?id=14075

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Redacción




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