Por: Sergio Luis Rosas
De nueva cuenta el Santos Laguna está en el “ojo del huracán’’, como cuando fue vendido de repente al empresario argentino Carlos Ahumada días antes de la Navidad de 2003 y en marzo del año siguiente fue embargado por la Procuraduría General de la República (PGR) y el Sistema de Administración Tributaria (SAT), como consecuencia del escándalo de los videos en los que se vio involucrado su entonces flamante propietario, quien se refugió en Cuba para huir de la acción de la justicia y finalmente fue extraditado a nuestro país para ser procesado por varios delitos que cometió.
Tres años tardó el Grupo Modelo en recuperar la franquicia del equipo que había adquirido en 1990. Tres años en que Santos Laguna estuvo al borde del descenso.
Al ser recuperado fue apoyado con una inversión millonaria en 2007 para que se salvara del mismo, lográndolo en la última jornada del torneo regular contra Cruz Azul, cuyos partidos se jugaron un domingo a la misma hora. En la lucha por evitar el descenso estaban Santos Laguna y el Querétaro.

Foto: Plano Informativo
El juego fue de gran tensión. Jugadores, cuerpo técnico, dirigentes y la gran afición lagunera tenían puesta la atención en la visita del Querétaro al Atlas en el Estadio Jalisco, de cuyo resultado dependía la permanencia de Santos Laguna en Primera División. Finalmente, los Guerreros derrotaron a la Máquina Azul por dos a cero y el Atlas goleó a los Gallos Blancos para “echarle una manita’’ al equipo verdiblanco. Al término del encuentro los jugadores santistas festejaron en el viejo Estadio Corona el apurado triunfo como si hubiera sido un campeonato.
Hoy en día la organización santista acapara la atención a nivel nacional al resultar positivos al coronavirus 15 de sus jugadores, siendo el club con el mayor número de futbolistas contagiados por el COVID – 19, tanto de la Liga MX como a nivel mundial, poniendo de manifiesto que su plantel no respetó la cuarentena. La noticia dada el jueves 21 de mayo generó todo tipo de comentarios en el mundo del futbol, pues primero se dijo que eran ocho infectados, horas después 12 y al día siguiente 15.

Foto: AS
Lo sucedido en el plantel lagunero ha sido interpretado de diferentes maneras, sobre todo porque se dio en un contexto muy complicado, generado por la desaparición de la llamada Liga de Ascenso, la cancelación del Torneo Clausura 2020, la venta repentina del equipo Morelia, una plaza futbolera por tradición desde hace 70 años, y la suspensión por un año del Torneo de Copa.
Por si fuera poco, la FIFA acaba de dar una respuesta a la querella interpuesta por cinco equipos de la Liga de Ascenso que se inconformaron por la decisión tomada por dirigentes de clubes y la Federación Mexicana de Futbol, que preside Yon de Luisa, de cancelar el ascenso durante seis años.
La máxima autoridad mundial del futbol recomienda que no se cancele. La lucha por el ascenso es la esencia que le da vida a nuestro balompié.

Foto: MedioTiempo
La FMF pretende enmendar el error manifestando que la Liga MX a su cargo tiene capacidad para contar con 24 equipos en Primera División, facilitando así el regreso de varios clubes que estuvieron en Primera División, entre ellos Atlante, Celaya, la Jaiba Brava del Tampico y Leones Negros de la U de G.
En el escenario del futbol mexicano aparece como personaje antagónico Alejandro Irarragorri, presidente del Grupo Orlegi, a quienes los inconformes por la desaparición de la Liga de Ascenso lo señalan como autor intelectual de la misma.
La Segunda División, como se le llamaba antes al Ascenso, fue “borrada de un plumazo’’ en el Draft de Isla de Navidad en junio de 1994 por Víctor Garcés, en ese entonces miembro de la directiva de Cruz Azul, y nadie dijo nada.
En plena tormenta del coronavirus aparece en el escenario Jonathan Orozco, guardameta y capitán de los Guerreros, para declarar que en su casa nada más estuvieron dos personas durante su cumpleaños. “Justificación no pedida, culpabilidad manifiesta’’, reza un adagio mexicano.

Foto: INFO 7
De inmediato circuló en las redes sociales como respuesta una fotografía en la que Orozco aparece cantando en compañía del acordeonista José N., de la banda “Senda Norteña’’. Es evidente que no era una fiesta “para dos personas” como invitados.
Enseguida trascendió que Gerardo Arteaga resultó infectado al asistir a una carrera clandestina de arrancones en compañía de Javier Eduardo “La Chofis’’ López, del equipo Guadalajara, cuya directiva informó ese mismo día de manera oficial que había sido el único jugador del plantel que dio positivo al Covid-19, después de haberles practicado la prueba correspondiente.
Cuando la lista asciende a 15 aparece César Bernal, jugador de la Jaiba Brava de la Liga de Ascenso, equipo propiedad del Grupo Orlegi, quien iba a ser operado de la rodilla derecha en un hospital local y a la hora de los exámenes previos a la intervención quirúrgica resultó positivo al coronavirus.
La forma en que se incrementó la lista de afectados levantó suspicacias, sobre todo porque la información fue dada el día que se canceló el Torneo Clausura 2020.
De inmediato se relacionó una cosa con la otra y no faltó quién alzara la voz para denunciar que había sido una maniobra de Alejandro Irarragorri para justificar la cancelación del Clausura 2020, un torneo que marcará un “parte aguas’’ en la historia del futbol mexicano, que una vez más naufraga en la incertidumbre y en la mediocridad por la lucha de intereses de sus dirigentes.
Aunque no es el verdadero dueño del Santos, Alejandro Irarragorri se ha convertido en un personaje muy cuestionable del futbol mexicano; pragmático, aparentemente nada claro en su manejo y protegido por la opacidad y el desdén con que trata a los medios regionales y nacionales de información.
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