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El misterioso Centro de Inteligencia Municipal

Análisis Político y Social / Opinión / Slider / 30 octubre, 2019

Por: Gerardo Lozano

El gobierno municipal de Torreón que encabeza Jorge Zermeño Infante inauguró el 13 de mayo de 2019 el llamado Centro de Inteligencia Municipal (CIM) mediante una ceremonia oficial, en la cual acentuó que la clave era la coordinación entre el gobierno estatal, el ejército y la policía municipal, pero a un año de iniciado el operativo “Laguna Fuerte y Segura”, el fiscal general de Coahuila, Gerardo Márquez Guevara, se quejó públicamente de que el CIM es completamente hermético y no da acceso a ninguna otra dependencia.

Márquez Guevara afirmó públicamente el 8 de octubre pasado que “la policía municipal trabaja con frecuencias de radiocomunicación encriptadas, también en tránsito, en peritos, pero además no permite la presencia de representantes de ninguna otra dependencia en lo que es su Centro de Inteligencia Municipal”.

Añadió que al CIM “no entra ni personal del Mando Especial y el interés de nuestra parte es sólo porque, al igual que un C-4, debe tener una participación conjunta, pues de eso se trata la coordinación”.

El gobierno de Jorge Zermeño le ha invertido más de 100 millones de pesos al CIM, la mayoría de ellos a través de la empresa denominada Supervisión Técnica del Norte, S.A. de C.V.

El pasado 3 de mayo los regidores de oposición, encabezados por la síndica de vigilancia Dulce María de las Mercedes Pereda, pusieron una denuncia contra Jorge Zermeño ante el Congreso del Estado por las presuntas irregularidades que favorecieron con contratos por cerca de 181 millones de pesos precisamente a la empresa Supervisión Técnica del Norte, S.A de C.V.

La empresa recibió contratos por 94 millones 844 mil pesos en el año de 2018 y en el primer trimestre de 2019 otros 86.6 millones de pesos, cuando el giro original registrado de la empresa era el de alquiler y servicios de vehículos.

El domicilio registrado oficialmente es fantasma, señalado en la calle Torre de Londres número 183, de la colonia Las Torres, en la ciudad de Torreón, pero en la nueva versión del gobierno municipal ha cambiado su domicilio en apariencia a la ciudad de Querétaro o a la Ciudad de México.

Con base en los registros oficiales, a esta empresa se le han adquirido sistemas de radiocomunicación, puntos de monitoreo inteligente y equipo de radiocomunicación, destinado precisamente al CIM, pero también “servicio integral de motocicletas” y “servicio integral de administración de flotillas”, sin que se haya dado información específica de cada una de esas compras.

De acuerdo a lo afirmado por Jorge Zermeño en la ceremonia de inauguración del CIM, contaban con 105 cámaras, instaladas en 80 cruceros de la ciudad para activar un sistema de vigilancia moderno y eficaz.

En la misma ceremonia, el gobernador del estado, Miguel Riquelme Solís, afirmó públicamente que el gobierno estatal había adquirido 1,300 cámaras de vigilancia, de las cuales 400 serían destinadas a Torreón.

Para la instalación del CIM se dio una aportación por parte de un grupo de empresarios de la región, pero se desconoce el monto y su destino.

En entrevista exclusiva para Revista de Coahuila, la síndica de vigilancia del ayuntamiento de Torreón Dulce María de las Mercedes Pereda declaró que ella había solicitado una visita al CIM, porque deseaban verificar en qué se han invertido más de 100 millones de pesos por parte del actual gobierno, pero se le negó el acceso argumentando razones de seguridad, a ella y a cualquier otra persona ajena al CIM, el cual se encuentra dentro de las instalaciones de la policía municipal.

“No podemos comprobar en qué se gastaron más de 100 millones de pesos y ésa es una de mis funciones, por eso soy síndica de vigilancia, no se trata de seguridad, sino de verificar las adquisiciones que se han realizado, especialmente tomando en cuenta que no nos quieren proporcionar ninguna información específica sobre la mayoría de las adquisiciones que se le hicieron a la empresa Supervisión Técnica del Norte, la misma que se ha denunciado ante el Congreso del Estado”, expuso la síndica.

¿QUÉ ESTÁN HACIENDO?

Se entiende por sentido común que un Centro de Inteligencia Municipal, que es por cierto uno de los muy pocos que operan en el país, debe trabajar sobre una estricta reserva y tener también un estricto control, pero no que sea negado su acceso a las cabezas del operativo “Laguna Fuerte y Segura”, como lo es el Mando Especial, el general Enrique Hernández Cisneros o sus pares del gobierno estatal.

Una de las pocas filtraciones que se han dado en torno al CIM es que hay un grupo de empresas y de empresarios que tienen un trato preferencial y están incorporados al sistema de monitoreo, por lo que pueden recibir una atención especial e inmediata por parte de la policía municipal.

Una de las razones del hermetismo y falta de cooperación del CIM con las demás corporaciones que integran el operativo conjunto de seguridad en La Laguna es inicialmente la desconfianza del propio Jorge Zermeño Infante hacia las autoridades estatales, pero también la postura del Director de Seguridad Municipal de Torreón, Primo García Cervantes, quien ha evitado cooperar e involucrarse en la lucha en contra del crimen organizado.

García Cervantes llegó al cargo proveniente de un puesto directivo burocrático de la Policía Federal, hoy en extinción, y ha renunciado, en apariencia, dos veces a su cargo para reincorporarse a esa dependencia.

La primera renuncia se dio a finales de 2018 y la segunda apenas a principios de octubre de 2019, cuando la Policía Federal está en proceso de desaparición y él es comisario con licencia de la misma.

El trasfondo de estas renuncias y las aparentes reincorporaciones a la Policía Federal se desconocen, ya que inclusive la última renuncia o licencia, no se sabe, fue reportada por la prensa y no oficialmente por el propio gobierno municipal.

Desde que llegó al cargo, Primo García Cervantes ha estado con un pie en la DSPM de Torreón y con otro en la Policía Federal, pero si esta está en proceso de liquidación se desconoce qué es lo que pretende el funcionario: si una liquidación por parte del gobierno federal o un posible brinco a la nueva estructura de la Guardia Nacional, donde tendría cinco años más de nómina y, muy probablemente una buena jubilación.

Al margen de los asuntos de orden personal y de la aparente falta de compromiso y seriedad de Primo García Cervantes, el alcalde Jorge Zermeño Infante vive en el recelo permanente hacia otras instancias de gobierno; además, una de las características de su gobierno ha sido la resistencia a la rendición de cuentas, sobre todo de aquellos asuntos que no le resultan claros a quienes vigilan el manejo de las finanzas de su administración.

Un centro de inteligencia, por las características de la tecnología que puede manejar, que le permite acceso a información tanto de interés público como privado, debería tener algún tipo de supervisión, no funcionar como un instrumento que está exclusivamente bajo las órdenes de Jorge Zermeño y la operación de su veleidoso director de la policía.

No se trata de partidos políticos, sino de la seguridad pública y eso es algo que no debe tener colores, mucho menos partido.

En la práctica, la tarea dura de la lucha contra el crimen se la están haciendo a Jorge Zermeño el ejército, la marina y el gobierno del estado, pero aun así, todo indica, por las declaraciones del procurador estatal, que el CIM y la tecnología e información que maneja es un coto impenetrable, lo que se puede prestar a muchas situaciones ajenas incluso a la naturaleza para la cual fue creado.

La idea de que los gobiernos son del partido votado y del político o del grupo político específico que llega al poder es algo obsoleto, pero además está fuera del esquema de la cooperación entre los diferentes niveles de gobierno.

Desde el inicio de su gobierno, Jorge Zermeño Infante se opuso a que un mando militar estuviera al frente de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, alegando que deseaba un mando civil, pero de fondo lo más importante para él era tener una gente de su grupo político, y colocó a un hermano de uno de sus amigos más cercanos.

Muchos estados del país están enfrentando graves problemas de seguridad, semejantes a los que enfrentó La Laguna en el periodo de 2007 a 2011, lo cual fue revertido gracias al esquema de coordinación y mando único, que ha sido una experiencia muy exitosa, inclusive es una referencia nacional.

La tendencia nacional es hacia el empeoramiento de la seguridad, lo que hace especialmente crítico el que se mantenga una estrecha colaboración, algo a lo que Jorge Zermeño Infante se resiste y toma como una injerencia la participación de otras instituciones, recela inclusive del ejército mismo y está rodeado de un grupo de gente seleccionado bajo el criterio de partidismo o la relación personal, no del profesionalismo.

El Centro de Inteligencia Municipal les ha costado muy caro a los ciudadanos y esa inversión debe estar al servicio de la seguridad real de los mismos, no sólo de los torreonenses sino de todos los laguneros, ya que la delincuencia no entiende de límites municipales y opera en toda la región.

La noticia de que las fuerzas especiales de la Marina han sido retiradas de los estados, por motivos políticos de parte del gobierno federal, tendrá repercusiones importantes en la operación del crimen organizado, si tomamos como referencia los servicios que ha prestado está institución en Coahuila, lo que obliga a estados, municipios y ejército a estrechar aún más la cooperación y optimizar sus recursos.

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Redacción




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