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La apropiación de La Vega del Caracol

Análisis Político y Social / Opinión / Slider / 2 octubre, 2019

Por: Álvaro González

La Vega del Caracol, que fue considerada desde la fundación de Torreón como una reserva municipal, hoy, de pronto, se ha convertido en propiedad de fraccionadores particulares, quienes han comenzado a explotar su parte más baja con fraccionamientos para vivienda de tipo media.

¿Cómo es que se dio ese traslado de dominio en una enorme extensión, donde la tierra urbanizada tiene hoy un costo de hasta 2 mil 500 pesos por metro cuadrado? Nadie, por lo menos dentro del medio gubernamental puede o quiere dar una explicación al respecto.

La llamada Vega del Caracol, que es una formación natural que corre desde el lecho del río Nazas hasta el municipio de Matamoros, tuvo la función, por muchísimo tiempo, de captar los escurrimientos del Nazas y canalizarlos, de donde se deriva su nombre de vega, como una tierra baja y húmeda, que en su parte poniente fue formando un terreno con un relieve muy pronunciado de hundimientos.

La extensión total de la vega es de 540 hectáreas, de las cuales, toda la parte más baja, que comprende por lo menos 200 hectáreas y se encuentran ubicadas junto a los desarrollos habitacionales de Los Viñedos y Palmas, en la parte norponiente de Torreón , es urbanizable y, de hecho, ya se ha comenzado a urbanizar.

Cuestionado al respecto, el Director de Desarrollo Urbano del gobierno municipal de Torreón, Aldo Villarreal Murra, afirma que toda la vega ya es propiedad de particulares y los más importantes de ello son los empresarios Raúl González, Leobardo Flores y los hermanos Víctor y Benjamín Tumoine.

“La vega tiene propietarios particulares”, dice Villarreal en entrevista para este medio, al tiempo que muestra un mapa urbanístico del norte de la ciudad, donde aparece ya una parte de la vega urbanizada, mientras que la mayor parte sigue sin urbanizar y en el extremo oriente, casi pegado al ejido Santa Fe, aparece un área de cribadoras, propiedad de los Tumoine.

A los lados de la vega corren dos canales de agua de riego, pegados a sendos caminos de terracería, pero, inexplicablemente, a un lado de estos caminos se ha venido acumulando escombro, en lo que debe ser el mayor tiradero de escombro de la ciudad, pues los promontorios de desechos, que pueden tener una altura por lo menos de tres metros, se extienden por kilómetros.

RdC: ¿Por qué se ha permitido que el derredor de la vega se haya convertido en un gigantesco tiradero de escombros?

AV: No lo sabemos realmente, esto se debe de venir haciendo desde hace ya muchos años, pero no en este gobierno, por lo menos nosotros lo tenemos prohibido; si se hace, debe ser de una manera clandestina.

En la última semana de agosto, empleados municipales fueron captados tirando escombro y desechos vegetales cerca del ejido Santa Fe, pegado a la Vega del Caracol. Los voceros del gobierno municipal han declarado que se realiza una investigación al respecto.

Todo surgió por la iniciativa de un particular que los filmó y subió a las redes sociales dicha grabación, pero esta práctica, en la opinión de los lugareños, es algo muy común y se remonta muchos años atrás.

RdC: ¿Los empresarios Tumoine tienen intereses importantes en el área, como el Fraccionamiento San Armando y las cribadoras, que están pegados al ejido Santa Fe?

“Sí, ellos tienen trabajando en esta zona mucho tiempo, son propietarios de este predio” comenta, al tiempo que señala un gran predio que está pegado al ejido Santa Fe, junto al fraccionamiento San Armando y está clasificado como H2, para densidad de tipo medio; además agrega que los Tumoine son propietarios también de la parte central de la Vega del Caracol.

RdC: Pero este gobierno acaba de presentar en mayo pasado el que denominaron “Proyecto Integral de Drenaje Pluvial” en el cual contemplan como una de las acciones más importantes la limpieza de la bóveda que va a la Vega del Caracol, lo cual se contradice con la urbanización que ya se está dando y el hecho que mencionas de que la vega ya es toda propiedad de particulares.

Villarreal Murra toma un plano del área y muestra lo que denomina como las áreas de la Vega del Caracol que han ido cediendo los fraccionadores, las cuales se les considera como áreas verdes y que se supone que se convertirán en tales, pero al mismo tiempo en un paso para la recolección de aguas de lluvia, el problema es que no existe un proyecto específico al respecto, ni se tiene un proyecto de qué va a suceder con la toda la vega, en su extensión de 540 hectáreas, que es el área de absorción de escurrimientos de lluvia más importante de toda la zona nororiente de la ciudad.

En mayo de 2019, el gobierno municipal presentó el “Proyecto Integral de Drenaje Pluvial” en el cual se contempla como una de las acciones más importantes la limpieza de la bóveda que desemboca en la Vega del Caracol. Sin embargo, y sin saber cómo ni cuándo, toda la vega, que era terreno público, ya es propiedad de particulares y una gran parte ya está urbanizada, según comprueba Aldo Villarreal.

MUCHAS CONTRADICCIONES

En 2010, Esteban Favela Chávez, Director de Medio Ambiente y Urbanismo del gobierno municipal de Torreón, declaró a los medios que se tenía contemplado el proyecto para la construcción de un parque de 50 hectáreas, en la reserva municipal de la Vega del Caracol; en la parte próxima al ejido Santa Fe, “donde se encuentran las cribadoras”, comentó.

Añadió que este parque, que tendría un costo aproximado de entre 40 y 50 millones de pesos, sería el más grande de la ciudad, más del doble del Bosque Venustiano Carranza.

La intención, dijo, era la de mejorar los estándares establecidos a nivel internacional, que fijan el que las ciudades deben de tener al menos 10 metros cuadrados de áreas verdes por habitante y Torreón, lamentablemente, solo tenía 3 metros de áreas verdes per cápita, de acuerdo a estadísticas de Sedesol del año de 2009.

La construcción de este parque público se contemplaba en la parte de la Vega del Caracol donde la topografía del terreno muestra muchos mayores desniveles y se pensaba utilizar todo el escombro acumulado alrededor de la vega.

El proyecto, que se financiaría con recursos de carácter federal, según comentó el funcionario, beneficiaría de manera directa los desarrollos habitaciones y las propiedades de tierra de la empresa ViBe, pero finalmente nunca se concretó.

Llama la atención que en ese año de 2010 el encargado de Medio Ambiente y Urbanismo hablaba de “una reserva municipal”, no de suelo que fuera propiedad de particulares.

También es importante que nunca se mencionaron aspectos relacionados a la función de área de captación de aguas pluviales de la Vega del Caracol.

En el Proyecto Integral de Drenaje Pluvial para Torreón, presentado en mayo de este año, se menciona la intención de crear “parques hundidos” para la captación de agua de lluvia, como una solución a la inundación de ciertas zonas de Torreón cuando llueve con intensidad, pero no se especifican ni lugares ni proyectos concretos sobre los mismos.

Se agrega la construcción de colectores pluviales, cárcamos de bombeo y equipamientos nuevos, sobre los cuales sólo se dan generalidades.

¿Qué sucedió realmente con la Vega del Caracol, que hoy se encuentra ya dentro de la mancha urbana de la ciudad? Si era una reserva municipal, ¿cómo es que pasó a mano de particulares? ¿Por qué se presentó la idea de crear un parque y ahora se le incluye como un área para aprovechar su función original de captación de aguas, pero no existe ningún proyecto, mientras las fraccionadoras avanzan en su lotificación?

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