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La obra pública como negocio

Coahuila / Especiales / Especiales Principal / Slider / 1 agosto, 2019

Por: Álvaro González

La corrupción gubernamental puede ser una hidra de mil cabezas, pero la construcción de obra pública y la contratación de ciertos servicios se han convertido en la forma preferida de hacer negocios por parte de los funcionarios municipales. Los gobiernos de Jorge Zermeño parecen haber encontrado en la obra pública su mayor negocio: obras innecesarias y deficientes, contratos millonarios con empresas foráneas de dudoso origen y una insistente falta de transparencia.

Necesariamente, estos funcionarios tienen que contar con la autorización del alcalde o, más específicamente, realizan las obras por indicaciones del círculo íntimo del edil, para proteger a éste en caso de filtraciones.

Se trata de una intricada red de triangulaciones, en la cual es clave la asignación de contratos a empresas foráneas por cantidades que no corresponden ni al monto de las obras y los servicios supuestamente contratados.

Contratar empresas foráneas permite dos cosas: que no haya filtraciones de información dentro del medio empresarial de la región y, segundo, facilita el manejo de empresas “fantasmas”, creadas fuera de la región para la obtención de contratos a precios inflados y evadiendo los portales de transparencia.

No obstante, ya es un trascendido desde 2018 en el medio empresarial de la región que el gobierno municipal de Torreón está haciendo negocio con la obra pública y la contratación de ciertos servicios, utilizando empresas foráneas que son completamente desconocidas.

El alcalde, Jorge Zermeño Infante, ha logrado evadir los señalamientos directos que surgen por parte de los partidos de oposición al interior del cabildo, engrasando algunos medios de comunicación, pero también ocultando información que no se sube al portar de transparencia, porque afirma que “es imposible” subir toda la información de todos los contratos que firma el ayuntamiento, lo cual es una obligación que debería estar cumpliendo.

Por las anomalías y el desorden originado el año pasado en el manejo de asignación de obras y contratación de servicios, tuvo que retirar de su cargo este año a Antonio Loera, quien era el Director General Administrativo del ayuntamiento, pero en la práctica era designado como el “vicealcalde”, quien se encargaba de gran parte del trabajo sucio y distraía las críticas de los medios y de la opinión pública.

También renunció a su cargo el tesorero municipal, Hernán Sirgo, quien era una de las personas más cercanas a Jorge Zermeño, por supuestos motivos de salud y problemas familiares, pero en realidad por las diferencias en el manejo de las finanzas, las cuales se agudizaron a partir del nuevo gobierno que comenzó en enero de 2019.

Hay dos aspectos que han beneficiado de forma circunstancial a Jorge Zermeño. El primero de ellos es que la oposición más activa y la sindicatura de vigilancia, que ocupa Dulce Pereda Ezquerra, son priistas y mediáticamente hay la impresión de que todo lo que venga del priismo es sólo un ataque mal intencionado al alcalde panista. La otra es que la presidencia del Congreso del estado será ocupada este año por Marcelo Torres Cofiño, diputado panista, lo que le cubre la espalda, además de las posiciones estratégicas que ocupa el PAN en el Congreso, por medio de las cuales se puede bloquear cualquier investigación.

EMPRESAS FANTASMAS Y FORÁNEAS

Ya ha sido presentada ante el Congreso del estado una denuncia por presunto peculado en contra del gobierno municipal de Torreón por parte de la facción priista del cabildo, en torno a la empresa Supervisión Técnica del Norte, S.A de C.V, a la cual se le han entregado contratos por 188 millones de pesos durante el periodo de 2018 y lo que va de 2019.

Las anomalías son obvias y el Congreso estatal tendrá problemas para eludir algún dictamen al respecto.

No obstante que el monto de los contratos asciende a dicha cantidad, la empresa está domiciliada en una vivienda de una colonia popular de Torreón, en la calle Torre de Londres 283 de la colonia Las Torres, la cual además resultó deshabitada.

Para justificar el antecedente, el gobierno municipal manejó que había cambiado su domicilio a la ciudad de México, debido a sus necesidades de operación.

La empresa originalmente está registrada con el giro de alquiler de vehículos, pero se le asignaron contratos muy grandes en los giros de radiocomunicaciones para seguridad pública; bienes para el sistema de información del Centro de Inteligencia Municipal, CIM; compra y puesta en marcha de 20 puntos de monitoreo inteligente en la ciudad y, en lo que fue el contrato más pequeño, “servicio integral de motocicletas”.

Tan solo para el CIM se le dieron contratos por 79 millones 817 mil pesos.

En el presente año de 2019 se le han asignado contratos muy importantes: “administración de flotilla”, por 38 millones 835 mil pesos; “sistemas de radiocomunicación” por 15 millones 708 mil pesos; “bienes complementarios para el CIM” por 26 millones 394 mil pesos y equipos digitales para flotilla por 6 millones de pesos.

Sumando lo que va de 2019 el CIM habría recibido una inversión de 120 millones 919 mil pesos, lo que le convierte en la inversión más cuantiosa del gobierno municipal en una sola dependencia, pero habría que ver en dónde están realmente esos 120 millones de pesos.

MANEJAR MÁS EMPRESAS FORÁNEAS

Para este año de 2019 el gobierno municipal tomó la decisión de diversificar el número de empresas foráneas para distribuir la asignación de contratos de obra y servicios.

La síndica de vigilancia, Dulce Pereda Ezquerra, denuncia la preferencia por cinco empresas foráneas, las cuales son difícil de detectar y no se tiene información detallada sobre ellas en el portal de transparencia.

Las empresas son Green Patcher México S de R.L de C.V; GST Ingeniería y Diseños, S.A de C.V; Grupo Marniez; COREESAC, S.A de C.V y Oseye S.A de C.V.

La empresa Oseye S.A de C.V. está domiciliada en la ciudad de Puebla, en una vivienda de la colonia Valle Dorado que no tiene ninguna nomenclatura.

Hasta la fecha se le han asignado obras de rehabilitación de tramos de pavimento en las calles Bravo, Allende y avenida México, por un monto superior a los 15 millones de pesos.

A Grenn Patcher México S de R.L de C.V se le han pagado más de 5 millones de pesos por trabajos emergentes de bacheo, como el de las colonias Los Ángeles y San Isidro. Es una empresa domiciliada en la ciudad de México y, de acuerdo a la información recopilada por la síndica Dulce Pereda, dicha empresa goza de malas referencias por trabajos realizados en la ciudad de México.

El caso de la empresa COREESAC S.A de C.V se le han pagado más de 12 millones de pesos por la colocación de pintura termoplástica en la carretera Torreón-San Pedro, boulevard Constitución y el Río Nazas. Dicha pintura se encuentra prácticamente borrada en su mayor parte, según denunció la síndica y fue verificado por Revista de Coahuila.

La aplicación de pintura termoplástica ha sido un problema desde el 2018, cuando se inició un programa muy extenso de aplicación de pintura en las vialidades de la ciudad, muchas veces sin haber necesidad de ello, incluyendo cordonerías, camellones y lo que es propiamente el rayado formal de las avenidas y bulevares.

En relación a la misma empresa COREESAC S.A de C.V, se hace especial énfasis por algunos trabajos de una supuesta rehabilitación en la calzada Colón en este mismo año de 2019, por los cuales se le han pagado cerca de 2 millones de pesos. Sin embargo, es inexplicable que se haya realizado “rehabilitación” en una calzada que acaba de ser remodelada. Dicho sea de paso, el gobierno municipal tampoco ha informado cuánto se gastó en los trabajos de remodelación de dicha avenida.

El Colegio de Arquitectos ha señalado desde el inicio que los trabajos en la calzada Colón, por lo menos en lo que respecta a jardinería, que representó el mayor gasto, son más bien de un diseño residencial y no corresponden a una avenida pública.

¿QUIÉN LAS CONTACTA?

De lo denunciado por los regidores de la oposición, entre los cuales se encuentra también Ignacio Corona, regidor de Morena, destaca un cuestionamiento: ¿quién ha contactado esas empresas foráneas y por qué se les está dando preferencia sobre otras empresas locales?

Todo el mundo lagunero en el medio de la industria de la construcción y de la arquitectura conoce a Tomás Galván, Director de Obras Públicas del Municipio, quien siempre se ha dedicado al negocio de avalúos de bienes inmuebles y es algo así como un eficiente relaciones públicas dentro del medio local, con gran habilidad para la lisonja, pero su entorno profesional es estrictamente regional.

¿Cómo se contactó a una empresa como Oseye S.A de C.V, que tiene sus oficinas en la muy distante ciudad de Puebla, o a esa otra empresa de tan extraño nombre como COREESAC S.A de C.V, que nunca había trabajado en la región?.

La única persona del gobierno municipal de Torreón que es originario de la ciudad de México, que ha radicado gran tiempo en la misma y tiene contactos allá es el propio alcalde, Jorge Zermeño Infante y sus hijos, el segundo de los cuales (Alfonso) se casó en la ciudad de Puebla.

Ningún otro funcionario relacionado con obra pública y servicios tiene forma de invitar a empresas del centro del país para obtener contratos en Torreón, algunos de ellos inclusive bajo la forma de adjudicación “restringida”.

Si se observa con mayor cuidado los montos y la asignación de recursos, se ha formado un pool de empresas foráneas, para repartir contratos que van de los 15 a los 5 o 6 millones de pesos o inclusive más chicos, como 2 millones, de tal forma que la asignación se distribuye, llama en teoría menos la atención y se les coloca en la enorme lista de proveedores del gobierno municipal.

La Dirección de Comunicación Social, a cargo de Antonio Zamarrón, es utilizada como un operativo mordaza sobre todos los funcionarios municipales, de tal manera que éstos se escudan en la misma para no dar entrevistas, no responder a solicitudes de información y no subir al portal de transparencia aquello que no conviene.

El procedimiento oficial es enviar boletines a los medios de comunicación, donde se da la versión oficial, que suele ser más un discurso que información concreta sobre los datos que se solicitan o los problemas que se generan.

El problema para Jorge Zermeño es que, salvo el drenaje sanitario y pluvial, toda la obra que se realiza es visible y ya, para finales de este año, se podrá hacer una evaluación de la calidad de la misma, tanto la realizada en 2018 como en este 2019, comparando su calidad con los costos reportados.

Aún con la lisonja de Tomás Galván, se percibe ya un fuerte descontento dentro de gremios como el de la Cámara de la Industria de la Construcción, entre muchos otros prestadores de servicios que han sido desplazados en la asignación de obra pública.

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Redacción




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