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¿De qué lado está Jorge Zermeño? – Primera parte

Coahuila / Especiales / Especiales Principal / Slider / 1 marzo, 2019

Por: Marcela Valles

Jorge Zermeño fue elegido por segunda ocasión consecutiva para presidente municipal de Torreón, a tan solo seis meses de que desempeñara el cargo de un “minigobierno” de un año. Sin que se conocieran los resultados de dicho gobierno, se le dio un voto para otro gobierno de tres años.

Apenas transcurrida la elección del 1 de julio del 2018, Zermeño Infante comenzó a evidenciar una serie de políticas que van en contra de la mayoría de sus promesas de campaña, pero todavía más: en contra de los intereses de los sectores que le dieron su voto.

Además de oponerse a sus propios electores, su primer gobierno de un año tuvo la absurda peculiaridad de que la entrega y recepción de todas la direcciones y organismos municipales fueron autoentregas y autorecepciones, por lo cual no se dio rendición de cuentas y, debido a que la bancada del PAN en el Congreso del Estado ocupará por este año la presidencia, tampoco habrá revisión de cuentas.

Sólo para comenzar, este año de 2019 la mayoría panista en el cabildo de Torreón autorizó un incremento enorme al impuesto predial, el cual iba desde el 45% hasta el 925%. En sectores del norte de la ciudad, donde se ubican la mayoría de las nuevas colonias de clase media y media alta.

Ante semejante propuesta, asociaciones de colonos, como la Asociación de Colonias del Norte de Torreón, a través de su representante Enrique Villavicencio Torres, presentaron quejas ante el Congreso del Estado y solicitaron la baja de la propuesta del cabildo, que afectaba drásticamente la economía de sus afiliados.

• ineficiencia

• nepotismo

• impuestos

• opacidad

Ante estas y otras protestas, finalmente el Congreso del Estado, aun con la resistencia de algunos diputados de filiación panista, le autorizó al gobierno de Torreón un incremento promedio del 16% al impuesto predial para 2019, mientras que el resto de los municipios del estado, incluyendo a Saltillo la capital y Monclova, tuvieron un incremento que fue solamente del 4.5 al 5%.

La clase media y media alta, que había votado mayoritariamente por Jorge Zermeño, estará pagando casi cuatro veces el impuesto predial que pagarán el resto de los coahuilenses, pero además en el cobro del predial se incluyen, indebidamente, toda una serie de cobros, como pavimento, aseo público, bomberos, cruz roja, centro histórico, entre otros.

El incremento a las tarifas de agua potable fue en general hasta un 7%, cuando el resto de los municipios se ajustó al índice inflacionario, que se ubica en el 4.5%, encareciendo más un servicio que fue especialmente ineficiente durante 2018, y no por falta de dinero, como se maneja por parte del propio alcalde de Torreón.

En este mismo año, ante la habitual presión de los empresarios del transporte urbano de pasajeros, Jorge Zermeño los apoya abiertamente para incrementar el pasaje de 11 hasta 15 pesos, sin ofrecer a cambio ninguna contraprestación y bajo el argumento de que “todas las cosas han subido”, poniendo como ejemplo a los propios reporteros presentes, a quienes les comentó que ahora le cobran más cara la publicidad.

El cobro de 11 pesos que se efectúa en Torreón es semejante al que cobran camiones más modernos y equipados con aire acondicionado en ciudades turísticas como Mazatlán. Proporcionalmente 15 pesos es un incremento enorme que golpearía directamente a los sectores populares de la ciudad.

El servicio actual es malo; las condiciones de gran parte de los autobuses también es mala y hay un amañamiento en el manejo de las rutas, para que resulten más rentables. El gobierno municipal no ha hecho nada para que las cosas mejoren.

Las tarifas no se han incrementado por la oposición activa de varios organismos de la sociedad civil, que han contenido la postura de Zermeño Infante, quien además está apostando en contra del proyecto del metrobus, al cual no ha destinado un solo peso y además se actúa como si tal proyecto no existiera, cuando es esencial para mejorar la movilidad urbana y la calidad del servicio a los usuarios.

Es la compensación a amplios sectores del medio popular que emitieron su voto por Jorge Zermeño.

NEPOTISMO Y AMIGUISMO, SÓLO UN EJEMPLO

Los votantes eligieron a Jorge Zermeño, quien era el referente en el proceso electoral, ni tan siquiera a los regidores y síndicos que componían su fórmula, porque éstos eran sencillamente desconocidos.

Se le dio la confianza para decidir un equipo de trabajo profesional y honesto, pero se volvió a ratificar a un equipo que está compuesto básicamente con base en tres criterios: el amiguismo, el nepotismo y los compromisos con el partido y con los patrocinadores de la campaña.

Contra todo lo que se criticaba a las administraciones anteriores, la nómina municipal se volvió un botín; una agencia de colocaciones para que los funcionarios, con el permiso del presidente municipal, coloquen a familiares, como hijos, esposas, amantes, cuñados, tíos, primos, sobrinos y en algunos casos hasta a sus propios padres.

Sandra Mijares, Directora del Autotransporte Municipal, es prima de Manuel Acuña, Director de Salud Municipal. Gerardo de la Rosa, Director de Tenencia de la Tierra, es esposo de Sandra Mijares. La cuñada de Sandra Mijares es Directora del Registro Municipal del Autotransporte. La síndica de mayoría, Mayela Ramírez Sordo, tiene a su cuñada como secretaria privada de Sandra Mijares. La esposa de Manuel Acuña es hermana de María Luisa Berrueto, la recientemente fallecida esposa del ex alcalde panista José Ángel Pérez.

El nepotismo se confirma como una práctica arraigadísima, viciosa, y las camarillas del poder se conforman por clanes que giran en torno a las relaciones personales del presidente municipal, no de profesionales calificados para cada uno de los cargos.

Baste citar un solo caso, de muchos que existen, para poder apreciar qué tan extendido es el nepotismo que existe dentro del gobierno municipal.

Manuel Acuña es el Director de Salud Municipal. Sandra Mijares, Directora del Autotransporte Municipal, es prima de Manuel Acuña. Gerardo de la Rosa, Director de Tenencia de la Tierra, es esposo de Sandra Mijares. La cuñada de Sandra Mijares es Directora del Registro Municipal del Autotransporte. La síndica de mayoría, Mayela Ramírez Sordo, tiene a su cuñada como secretaria privada de Sandra Mijares. La esposa de Manuel Acuña es hermana de María Luisa Berrueto, la recientemente fallecida esposa del ex alcalde panista José Ángel Pérez.

Contra todo lo que se criticaba a las administraciones anteriores, la nómina municipal se volvió un botín; una agencia de colocaciones para que los funcionarios, con el permiso del presidente municipal, coloquen a familiares: hijos, parejas, cuñados, tíos, primos y hasta a sus padres.

Todo esto en relación a una sola familia de muchas que trabajan en el gobierno municipal de Torreón.

Dos ejemplos dentro del cabildo: la cuarta regidora, Thalía Peñaloza Vallejo, tiene trabajando en el ayuntamiento a sus dos hermanos, un sobrino y dos hijos, uno de ellos como su asistente personal, mientras que Eduardo Héctor González Madero (decimoprimer regidor) tiene trabajando a sus dos hijos como asistentes.

La mayoría de los regidores panistas que conforman el cabildo le deben su cargo al favor de algún político de la cúpula del partido, mediante negociaciones con Jorge Zermeño Infante.

La cuarta regidora, Thalía Peñaloza Vallejo, tiene trabajando en el ayuntamiento a sus dos hermanos, un sobrino y dos hijos, uno de ellos como su asistente personal

La nómina del gobierno municipal se convierte así en un botín, por medio del cual se coloca a los parientes, quienes perciben un buen sueldo y todas las prestaciones, al menos durante el periodo en que dure el gobierno, pero no son pocos los que se quedan de forma permanente como empleados municipales y trascienden los sexenios.

Ante los abusos de los políticos que se desempeñan como funcionarios y el nepotismo y amiguismo de éstos, las dirigencias de los dos sindicatos que representan a los más de mil trabajadores afiliados, se despachan a lo grande. Muchos de ellos, que oficialmente detentan cargos de tipo técnico o como supervisores e inspectores, pueden tener sueldos desde los 45 mil hasta los 62 mil pesos mensuales y unos pocos alcanzan inclusive un sueldo mensual cercano a los 80 mil pesos.

Pese a los despidos masivos que se realizaron en los primeros meses de 2018,  que alcanzaron cerca de 700 trabajadores de confianza, la nómina no descendió, por el contrario: aumentó ligeramente.

FUNCIONARIOS “CARNALES”

Prácticamente la mayoría de los directores de área que conforman la administración municipal llegaron al cargo por una razón principal: son amigos de Jorge Zermeño y estuvieron en su primer gobierno hace 20 años o bien, son recomendados de algún miembro de la cúpula panista o de algún patrocinador de la campaña electoral.

José Antonio Loera López, quien hace 20 años se inició en la administración pública con un cargo modesto en el primer gobierno de Jorge Zermeño, es ahora Director General de Servicios Administrativos del municipio. Tiene tal influencia que se le denomina como el “vicealcalde”, por su indebida injerencia en la mayoría de las direcciones municipales, pero sólo tiene estudios de nivel primaria, además de que está señalado, con pruebas documentales, por enriquecimiento inexplicable

Hay casos muy especiales, como el de Juan José Gómez Hernández, quien ocupa la gerencia del SIMAS, mismo cargo que ocupó hace 20 años y, en lo que es una apreciación generalizada, realizó un mal desempeño durante 2018; pero además tiene un grave conflicto de intereses, pues es propietario de un negocio para la fabricación de bombas para pozos profundos y también es propietario de la fábrica de pinturas “La Fortuna”.

Eduardo Héctor González Madero, decimoprimer regidor, tiene trabajando a sus dos hijos como asistentes.

Hace 20 años su empresa de bombas prosperó de manera notoria a raíz de la ocupación del cargo, debido a que gran parte del buen funcionamiento del abasto de agua depende de la compra y mantenimiento precisamente de bombas para pozos profundos.

En lo referente a pintura, en el 2018 el gobierno de Jorge Zermeño realizó un gasto muy importante en la adquisición de pintura para tráfico y para el mantenimiento de espacios públicos, con un gasto injustificado en gran parte de los casos o bien, adquisición de pintura de baja calidad a proveedores que se desconocen o inclusive se ha mentido sobre la identidad de los mismos.

Ningún medio ha podido tener acceso a la información sobre cuánto se gastó en pintura y quiénes fueron los proveedores.

LA CORRUPCIÓN

Varias áreas del gobierno municipal han venido recibiendo señalamientos de corrupción, especialmente servicios administrativos, mantenimiento urbano, urbanismo, obras públicas y tránsito y vialidad, pero el 5 de febrero, de manera inesperada, se destapó cómo es que opera y hasta qué niveles está arraigada esa corrupción.

Andrea Salmón Torres, que durante todo 2018 se había desempeñado como secretaria particular del propio Jorge Zermeño, fue ascendida como Directora General de Desarrollo Económico, un área que estaba dando malos resultados, los que se agravaron al presentarse un desplome del 50% en la inversión privada en Torreón durante 2018, un dato muy crítico.

A tan solo un mes y un día de ocupar el cargo, Andrea Salmón presentó su renuncia pública al cargo, pero hizo una serie de graves señalamientos sobre corrupción y malos manejos en la dirección que presidía.

De manera directa, Salmón Torres señaló que en la Ventanilla Universal, que está a cargo de Guillermo Galván, se estaban dando una fuerte corrupción, por la cual se otorgaban permisos de uso de suelo improcedentes, licencias comerciales para ciertos giros improcedentes, entre otros trámites anómalos.

Al darse cuenta de la corrupción, solicitó remover de su cargo a Guillermo Galván, pero lejos de recibir apoyo, el tesorero municipal, Hernán Sirgo, atrajo la Ventanilla Universal para que quedara dentro de la tesorería que él maneja.

Esto, que ya era grave, no quedó sólo ahí: le quitó el presupuesto a la Dirección de Desarrollo Económico, dejando sólo 12 millones anuales para el pago de la nómina y únicamente 2 millones para operación, cuando tan solo el programa de micro-créditos requiere de 2.2 millones de pesos.

Andrea Salmón Torres, secretaria particular del propio Jorge Zermeño durante 2018, fue ascendida como Directora General de Desarrollo Económico. Salmón presentó su renuncia pública un mes y un día después, haciendo una serie de graves señalamientos sobre corrupción y malos manejos en varias instancias municipales a cargo de funcionarios como Guillermo Galván, Hernán Sirgo y Francisco Jaime. El interés de Jorge Zermeño fue casi nulo y sus acciones proteccionistas hacia sus funcionarios.

Adicionalmente denunció que existían varios “aviadores” en su área, señalando específicamente a la directora de turismo y a la directora del Paseo Morelos, dos cargos que tienen un nivel salarial alto y cuyas titulares no hacen nada.

Lo más delicado ha venido en las semanas siguientes.

Ante tal sacudida pública, Jorge Zermeño sólo atinó a informar, mediante un escueto comunicado manejado a través de su área de comunicación social, que fusionaba las direcciones de Desarrollo Económico y la de Planeación, colocando como titular de ambas al encargado de la segunda: Francisco Jaime Acosta.

Días después, ante la exigencia del medio empresarial de que se efectuara una auditoria a fondo a la llamada Ventanilla Universal, Jorge Zermeño declaró, con cinismo, que “no existía ninguna denuncia por algún tipo de anomalía o queja”, con lo cual estaba protegiendo a Guillermo Galván y a Fernando Jaime, anterior titular de la Dirección de Desarrollo Económico.

Con respecto a las “aviadoras” sólo ordenó que la directora del Paseo Morelos pasara a depender de la Dirección de Cultura, lo cual provocó el malestar de los comerciantes del paseo.

Para protegerlo a Fernando Jaime, un funcionario que había mostrado muy bajo perfil e ineficiencia, se le cambió al puesto de titular administrativo del SIMAS.

El compromiso con Fernando Jaime es el trabajo de recolección de fondos para la campaña de Zermeño Infante dentro de algunos medios empresariales, por lo cual se protege su corrupción y se le coloca en un nuevo cargo, donde puede hacer lo mismo.

En resumen, como en todos los señalamientos anteriores, la corrupción se puso debajo de la mesa y, no gratuitamente, el tema fue silenciado casi de inmediato en la mayoría de los medios de comunicación que operan en la región.

En el mes de enero, los comerciantes del Mercado Alianza bloquearon la calle de Ramos Arizpe, provocando un fuerte congestionamiento vial, en protesta por la corrupción de los agentes de vialidad que extorsionaban, cada vez con más frecuencia, a los comerciantes que descargan mercancías. Se tuvo que llegar a una negociación, pero en ningún momento hubo alguna sanción para agentes corruptos.

Los agentes no pueden ser sancionados porque en la Dirección de Tránsito y Vialidad, que depende de Pedro Luis Bernal Espinoza, ha vuelto el llamado “tequiliu”, por el cual todos los agentes tienen que “reportarse” diariamente con una cuota, que va de los 500 a los 200 pesos, dependiendo si se trae patrulla, motocicleta o si se cubre algunos determinado crucero. La cuota aumenta los viernes y sábados.

Aunado a esto, el llamado “alcoholímetro” se ha convertido en uno de los principales instrumentos de extorsión.

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Redacción




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