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El huachicoleo de agua en La Laguna

Especiales / 3 febrero, 2019

Por: Julio César Ramírez 

Un problema mortal en La Laguna que está siendo ocultado por Conagua

El 16 de enero del 2019, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador asumió el compromiso de “refundar” la Comisión Nacional del Agua (Conagua), máxima autoridad administrativa del agua en el país, evitando, dijo, corrupción, opacidad y contratos leoninos. 

Uno de los problemas más acuciantes de la sociedad lagunera es el del agua. Al descontrol del acuífero Principal de La Laguna se agrega la cerrazón histórica de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para informar a la ciudadanía datos que permitan conocer cuál es la situación real de la cantidad, calidad, manejo y operación del líquido que se consume, y en torno a la evolución de la problemática. Pero sobre todo, una exigencia permanente ha sido que dé a conocer qué está haciendo para lograr el equilibrio entre recarga y extracción, porque el acuífero es de todos, un bien común de la sociedad lagunera. 

A exhortos de organizaciones civiles que desde el Consejo de Cuenca han buscado la aplicación de propuestas para el equilibrio del acuífero, la Conagua responde siempre con oídos sordos y cerrazón, haciendo el vacío; lo mismo que a ciudadanos que en lo individual solicitan información. Los datos y las políticas de Conagua en La Laguna han sido un misterio. 

Lo más complicado para las personas que están interesadas en los problemas del agua es encontrar datos correctos, ordenados y actualizados provenientes de las autoridades del sector: los niveles reales de los acuíferos,  el padrón de pozos, los resultados de los laboratorios de calidad del agua, el acceso, la distribución, el abatimiento, la escasez y la contaminación, la inspección, entre otras, necesarias para la toma de decisiones en torno a la justicia hídrica o la justicia ambiental y la salud pública. 

A regañadientes directores regionales de la Conagua han reconocido que el acuífero baja 3.5 metros el nivel cada año, por la descontrolada sobreexplotación. 

Grave ha sido que el Registro Público de Derechos de Agua no esté actualizado, que desaparezca por temporadas de las páginas web de la Conagua y que por tal no se haya constituido como documento confiable, según declaró un reciente exdirector. 

Con 4 inspectores de la Conagua para los 4 mil 671 pozos que reporta en operación en toda La Laguna, y sin presupuesto, qué se puede esperar. 

Entrevistado: Ing. Héctor Astorga Zavala ex presidente de la Agrupación en Defensa del Patrimonio Familiar El Barzón A.C.

Pero hay más. La Conagua no ha respondido cuántos pozos en explotación cuentan con medidor volumétrico, por consiguiente, tampoco aporta datos que indiquen que el usuario ha venido sujetándose estrictamente al volumen concedido en su permiso de extracción. 

De tal manera que sin registro de derechos de agua confiable, con 4 inspectores para todos los pozos, incluyendo los clandestinos, y sin avance en medidores volumétricos —ya no se diga medidores telemétricos, demanda que también fue desoída—, es imposible que el Organismo de Cuenca Cuencas Centrales del Norte de la Conagua, con sede en Torreón, tenga control alguno sobre el acuífero de La Laguna. Cada quien saca la cantidad de agua que quiere, bajo el certero dicho de que “lo que no se mide no se controla”. 

Está visto, la Conagua no ha tenido cómo detener el desgaste del acuífero. 

En su momento el director regional de la Conagua, Miguel Ángel Jurado Márquez, se refirió a la sobreexplotación de acuíferos en La Laguna como robo masivo de agua; declaración que la prensa regional registró en el año 2003. 

“Todas las críticas que se le han hecho a la Conagua por no controlar ese gravísimo problema se quedan en el vacío. No hay ninguna respuesta, de nada y de nadie. No es posible pensar que la situación haya variado a favor del manejo responsable del agua; al contrario, es un manejo que de todos es sabido se hace en una forma irracional. ¿Qué oculta la Conagua?”

Huachicol se le llama coloquialmente al robo de combustible —dijo el presidente López Obrador en su conferencia mañanera del martes 15 de enero—, “pero el huachicoleo en general aplica en todos los robos que se hacen a la nación y al pueblo. Imperaba el huachicoleo, dominaba en todo”.    

Para rematar, reportes económicos indican que la frontera agrícola y el hato lechero de La Laguna prosiguen en expansión. 

Opacidad y cerrazón para la población lagunera han sido características de la gerencia regional con sede en Torreón de la Conagua desde 1989. 

La Conagua fue creada el 16 de enero de 1989 por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari a través del decreto publicado, el mismo día, en el Diario Oficial de la Federación, en el marco de los primeros procesos de liberalización del mercado en México. 

Se trata de un órgano desconcentrado de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que cuenta con un Consejo Técnico, un Director General, un órgano de control interno y las correspondientes unidades administrativas. Desde el origen ha desempeñado un papel fundamental en los procesos de privatización del agua en el país. 

 

“No cesa la sobreexplotación” 

Conforme se va asentando el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y la Comisión Nacional del Agua asume su promesa de “refundación” con base, dice, en evitar corrupción, opacidad y contratos leoninos, nos entrevistamos en Torreón con el ingeniero Héctor Astorga Zavala, ex presidente de la Agrupación en Defensa del Patrimonio Familiar El Barzón A.C., organización clave en la lucha de los deudores de la banca contra el sistema financiero nacional de 1994 al año 2001, considerado uno de los movimientos de la sociedad civil más importante, auténtico y representativo que se haya dado en contra de las decisiones de un gobierno —el de Ernesto Zedillo, con base en el de Carlos Salinas de Gortari—, que auspició, alentó y solapó las arbitrariedades y el abuso de otro poder, el económico, que pretendía imponer ilegalmente cargas económicas excesivas a un amplio sector de la sociedad mexicana. 

Ahora y desde hace lustros, el ingeniero Astorga Zavala es activista que en lo personal ha estado luchando en contra de la sobreexplotación de los acuíferos de la Región Lagunera. 

—Ingeniero, ¿cuál es la situación actual de la problemática del agua en La Laguna? 

—La problemática actual del agua en La Laguna, a enero del 2019, es totalmente desconocida. No se sabe nada. Se ha venido ocultando la información y la que ofrecen es bastante difícil de conseguir. Lo mandan a uno a los archivos de Saltillo, a una organización que hay, que supuestamente atiende este tipo de problemas, pero es muy complicado llegarle a eso. Entonces no se sabe realmente en qué situación está. Pero es de suponer que la situación de los acuíferos se ha venido agravando porque la sobreexplotación no cesa, sigue al ritmo acostumbrado y quizá más. 

Continúa: “Un dato interesante es lo que se informa sobre el número de cabezas de ganado en explotación lechera. Y entonces esas variaciones no ha habido tal según la promesa que habían hecho los lecheros hace algunos años de disminuir el hato. No ha sucedido. Desde ese punto de vista la sobreexplotación continúa, porque las vacas tienen que beber agua, la alfalfa tiene que regarse”. 

Mensaje certero: “No es posible pensar que la situación haya variado a favor del manejo responsable del agua. Al contrario, es un manejo que de todos es sabido se hace en una forma irracional. Entonces, la situación real no se conoce”. 

El ingeniero Astorga ha pedido a algunos medios locales que investiguen, porque desde su punto de vista a ellos les corresponde indagar. “Se dan cifras, datos descabellados que dicen que la región tiene agua asegurada para cien años. No se da ningún dato que diga en qué se basa para afirmar esto”. 

—No puede ser que bajo una sobreexplotación como la que se presenta en La Laguna se tenga asegurada el agua que supuestamente la naturaleza le provee de 520 millones de metros cúbicos anuales y se le saque el doble y que se tenga asegurada el agua para cien años. Es una idea descabellada, que confunde y afecta tremendamente a la región, porque habrá algunos que se dejan llevar por esa idea, “ah, qué bueno, no nos preocupemos porque ya dijo alguien que las cosas están bien”. Una irresponsabilidad enorme. 

Para él no hay más: “Se considera que a los que ahora les corresponde indagar es a los medios de comunicación locales, porque ya los ciudadanos que se han ocupado por este tipo de problemas, algunas organizaciones regionales que lo han estado haciendo, tienen años en lo mismo y no pasa absolutamente nada. No hay ningún cambio”. 

La creencia es que a quienes corresponde agarrar la batuta es a los medios de comunicación locales, porque hay información que no comprueban, no van al meollo del asunto. “Agarran cualquier declaración y la hacen como buena. Normalmente favorecen a que al asunto no se le dé mucha importancia, siendo que la tiene enorme. Son los únicos que pudieran hacer una investigación a fondo y sacar la información real”. 

Respecto a que La Laguna tiene agua para cien años “la Conagua no ha dicho absolutamente nada. No ha hecho ninguna declaración”. 

Añade: “Todas las críticas que se le han hecho a la Conagua por no controlar ese gravísimo problema se quedan en el vacío. No hay ninguna respuesta, de nada y de nadie. Nadie responde. Y vaya que se han hecho críticas directas, con nombres y con datos, con todo, por las vías legales y de transparencia. No hay respuesta. Calla la Conagua. Y el que calla otorga. ¿Qué oculta la Conagua? ¿Por qué no quiere decirlo? Necesario es investigar a fondo, no dejarse llevar por declaraciones de algún funcionario que por salir al paso afirma que las cosas andan bien. La Conagua debe revelar sus investigaciones.” 

Pero admite: “Sí hay información pero de hace años, de la propia Conagua, que no ha renovado. Sí hay información de la velocidad con que han ido bajando los acuíferos, pero no se ha actualizado. Hay un estudio de la Conagua publicado, donde se nota la diferencia del nivel del agua en 1975, comparándolo con el nivel del agua en 2004. Es impactante la diferencia del nivel freático en esos veinticinco años, que ha existido sobreexplotación notable. Están las áreas marcadas en ese estudio, cuáles son las que más han sufrido la baja. Pero esas informaciones no se han actualizado, para nada. ¿A quién corresponde hacer una investigación seria, al respecto? Se le ha pedido a Conagua, pero no hay respuesta. Nada.” 

Así —dice—, “es un misterio lo que está sucediendo en los acuíferos de La Laguna. Nadie sabe en qué condiciones actuales está. Pero lo lógico es que si no se ha combatido, si los sobreexplotadores siguen haciendo de las suyas, sacando el agua que les viene en gana, es lógico que el acuífero no puede responder a todas esas extracciones. 

“Porque eso sí, Conagua sigue asegurando que el ingreso natural a los acuiferos es de 520 millones de metros cúbicos anuales. Lo que no ha dicho es en cuánto está ahora la sobreexplotación; cuánto se está extrayendo del acuífero.” 

 

AMLO está enterado  

Revela: “En la campaña electoral 2018 del actual presidente López Obrador, yo le hice entrega, en una de sus visitas a La Laguna, de un escrito que formulé, donde describo el problema. Él me dijo que lo iba a estudiar, me lo dijo personalmente. Posteriormente me mandó una carta, agradeciendo el documento que yo le había entregado. Me sugirió que me comunicara con una persona de su confianza, seguramente, allá en México; pero finalmente esa persona no le dio demasiada importancia a lo que yo estaba planteando. Pero la carta del licenciado López Obrador aquí la tengo, donde manifiesta que agradece la información y que van a tomar cartas en el asunto”. 

Aparece la explicación: “Desgraciadamente, según me lo dijo, le pasó el asunto a otra persona, y esa persona jamás respondió; no sé si exista todavía dentro de su cuadro de colaboradores; no la ubico ya en el actual gobierno. Hasta ahí quedamos.” 

“A mucha gente se le olvida, por intereses propios lo dejan pasar. Y ahí se va. Pero el mal sigue y sigue y sigue. Si no lo detenemos, nos vamos a arrepentir en La Laguna de no actuar con más firmeza, con más decisión y con más valentía.”

Luego retoma: —Últimamente, ya cuando triunfó como presidente de la República, hemos seguido sus declaraciones en general sobre la explotación o sobreexplotación de los recursos del país, entre otros el agua. A nosotros nos interesa desde luego la cuestión de La Laguna. 

“Ahora que vino a Torreón ya como presidente, a dar respuesta a lo que él prometió en su campaña, no lo mencionó. Desde mi punto de vista no lo mencionó directamente, la cuestión de la sobreexplotación del acuífero; pero sí expresó una frase que a mí me llamó la atención, porque dijo que al respecto del uso de los recursos naturales, aquí en La Laguna habría que convencer a quienes están haciendo el uso sobrepasado de los recursos naturales, entre ellos el agua. Pues a mí me llamó la atención que se refiriera a eso. 

“Y se refirió en el sentido de que habría que convencer a quien está sobreexplotando los recursos naturales, de que entren a la racionalidad, para ver si de esa forma se resuelve el problema de la sobreexplotación del acuífero. 

“No sabemos qué medidas se vayan a tomar. Yo espero que haya conciencia, por un lado del sector lechero, que son los causantes de las afectaciones. Y por otro lado del propio gobierno para que tome las medidas adecuadas, pues si el daño mayor ya está hecho, es difícil que vuelva otra vez a sus orígenes del nivel de los acuíferos, es imposible casi. Pero por lo menos detener la sobreexplotación. Yo no sé qué alcances tenga lo que él expresó, no lo dijo abiertamente pero sí lo mencionó; yo así lo entendí. Entonces, esperamos que haya alguna respuesta por parte del gobierno federal y que también por parte de los lecheros haya ahora sí una conciencia para dejar de seguir sobreexplotando el agua.” 

 

La Laguna debe estar presente 

—¿Usted ha encontrado alguna correspondencia entre lo que mencionó en esta ocasión el presidente Obrador en Torreón al presentar sus Programas Integrales para La Laguna en el caso del agua o del medio ambiente con la actuación de la actual directora general de la Comisión Nacional del Agua? 

—Pues todavía no conocemos mucho de los planes que tenga específicamente para La Laguna la actual directora. Pero de alguna forma hemos estado buscando, yo en lo personal, un contacto con ella. Pero como que son gentes a veces inaccesibles, no sé si por la novedad, no sé si porque tenga un cúmulo de problemas, en este caso el agua, en el país, pero sí lo he estado viendo que se dificulta. No he desechado la idea de ponerme en contacto con ella, tengo forma de poder hacerlo, pero estoy dejando pasar un poquito el tiempo para ver qué va sucediendo en estos próximos dos o tres meses. 

“Si no hay una respuesta ya más clara con respecto a la solución de la sobreexplotación de los acuíferos laguneros, entonces vamos a tratar de establecer otra vez el contacto con la ingeniera Blanca Jiménez Cisneros, directora actual de Conagua. Entiendo que tiene difíciles todos los problemas del país, que está viendo, revisando y solucionando, pero el turno para La Laguna debe estar presente. 

“Entonces, yo quiero darle un tiempo razonablemente corto a esto para si no veo yo nada claro al respecto sí ya tratar de establecer otra vez el contacto con la nueva directora y exponer el problema nuevamente. Y a ver qué sucede. 

 

Conagua en la comarca, sin cambio 

Mientras esto sucede, ¿qué situación ve usted en el caso de la Conagua que tiene sede en Torreón? 

—Pues ningún cambio. Yo no veo ningún cambio porque parece ser que no se está presionando al director actual de Conagua en las Cuencas Centrales del Norte, que es la que corresponde a la región. No ha habido declaraciones. Yo no he visto en medios ninguna declaración de él. 

El día de la entrevista todavía corría en La Laguna el rumor de que había sido ratificado el director regional de la Conagua, Óscar Gutiérrez Santana, pero no había confirmación oficial, nuevamente la opacidad. 

En su respuesta, el ingeniero Astorga lo refleja: —Parece que lo acaban de confirmar. Para algunos es una tontería confirmarlo como director porque sus actuaciones no han sido las más adecuadas. O sea, él no ha contribuido para nada en resolver el problema. Eso está comprobado. 

“Entonces, está a la expectativa, nadie sabe qué va a pasar. Yo no sé. Yo no sé si alguien sepa qué vaya a suceder, no creo. Pero yo creo que lo que ahorita cabe es esperar un poquito. Esperar un poquito a ver cómo vienen las cosas y sacar de su marasmo a la Conagua, que declare algo. Pero no declara nada. 

“El problema continúa. Yo lo veo muy riesgoso. A mucha gente se le olvida, por intereses propios lo dejan pasar. Y ahí se va. Pero el mal sigue y sigue y sigue. 

“Es una cosa que, pienso yo, que si no lo detenemos nos vamos a arrepentir en La Laguna de no actuar con más firmeza, con más decisión y con más valentía.” 

 

¿Y la población? 

—¿Qué papel le corresponde jugar en esta etapa a la población abierta de La Laguna, que son los usuarios prioritarios del agua? 

—Pues les corresponde presionar. Pero hay un fenómeno que se presenta: aún cuando todo mundo en La Laguna conoce el problema, creo yo que no lo evalúa de forma correcta. Con el hecho de que aunque sea poquita agua la que sale de las llaves, de la red de distribución del Simas —Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento de Torreón— pues ya con eso se conforman. Hay unas protestas por aquí, unas protestas por allá, que no sale el agua. Pero en conciencia se culpa más a Simas de esa falla, pero no se va a lo más profundo: que muchas veces la falta de agua se debe a que ya las bombas no alcanzan a bombear el agua suficiente para surtir a las redes. 

“Entonces, la expresión de la gente es que se somete nada más a lo que le está afectando en ese momento, pero no va más allá, no piensa de dónde viene todo eso.” 

“Se tiene que armonizar, equilibrar lo productivo con el respeto a la naturaleza, con el uso racional, adecuado, del agua.” -AMLO en Torreón (28 de diciembre de 2018)

Pozos cancelados por falta de agua 

—Hay un dato muy interesante, importante, preocupante —menciona en la entrevista: el hecho de todas las norias que se han venido cancelando en la ciudad de Torreón por falta de agua—. No lo dicen abiertamente, pero nada más dicen ‘se está cancelando y se va a abrir otra, se va a hacer otra perforación a tal distancia’. 

“¿Pero por qué se seca un pozo? Se está bombeando normalmente a determinada profundidad y de repente empieza a escasear el agua de ese pozo. Y de repente ya no tienen nada. De repente ya sacan cuatro o cinco litros por segundo, totalmente incosteable. 

“Se seca ese pozo, stop, y se abre otro. La gente no se pregunta por qué, o no conoce los datos. Yo tenía los datos hasta el año antepasado y ya se habían cerrado en la ciudad alrededor de treinta y tantos pozos, porque ya no daban el agua suficiente. ¿Entonces por qué se secan los pozos? ¿Cuál es el motivo? No nomás porque sí. 

“¿Por qué? Porque ya no hay agua. Simple y sencillamente, porque ya el nivel freático se fue hasta las profundidades y ya no se puede. 

“Pican en otro lado, sale agua y vuelve a suceder lo mismo. O sea, hay explotación dos o cuatro años y ya. 

En el recuento dice: —Entonces la gente sí sabe del problema, pero como no le afecta todavía tan directamente pues lo deja pasar. ‘Y ya me llegó agua y ya se resolvió y esto y lo otro; y sale un rato, un par de horas en la mañana y ya agarra agua, pasa’. Pero el problema es más profundo, más serio, bastante serio. Sin agregarle aún el asunto de la contaminación por arsénico, ese es otro problema. 

“¿Quién más puede hacer esta labor si no son los medios que deben investigar a fondo y sacar toda la información de donde esté, para poder primero alertar a la ciudadanía y ayudar con la ciudadanía a que se resuelva este problema.” 

Héctor Astorga ve que “uno como activista llega a sacar y sacar y llega uno a aburrir con el tema. Por eso yo digo a veces, ‘este tema ya está superconocido, ya todo mundo lo conoce’, pero no hay la suficiente conciencia de la gente ni la suficiente presión social para resolverlo.” 

No obstante, reitera: “Y aquí, si las autoridades no han hecho nada, tienen pleno conocimiento las autoridades municipales, las autoridades estatales no han hecho absolutamente nada después de tantos años, pues los medios. A los medios les corresponde. Creo yo que debieran efectivamente hacer por la región una cosa tan importante, tan básica y tan vital como es la sobreexplotación del agua subterránea.” 

Para él no hay opción: “¿Quién más? Si las autoridades no hacen caso, pues solamente la sociedad, acompañada de una buena campaña, de una buena investigación de los medios de comunicación de Torreón. Creo yo.” 

La charla ha terminado. Poco tiempo después, el ingeniero Astorga escribe en su computadora a la senadora Eva Galaz una petición para tramitar una entrevista con la directora de la Conagua, “porque a pesar de nuestras insistencias en regular las extracciones de agua de nuestros acuíferos, tal demanda invariablemente ha sido desatendida sistemáticamente.” 

Y antes de la rúbrica, insiste: “Por ello, recurro a ti para explorar la posibilidad de que por mediación tuya, podamos conseguir una entrevista con la actual Directora General de la Comisión Nacional del Agua, Ingeniera Blanca Jiménez Cisneros, con objeto de hacerle entrega de la información básica del problema y desde luego ponernos a sus órdenes para coadyuvar en la solución del mismo.” 

Dos días después, el 14 de enero, el presidente Obrador dijo en conferencia mañanera: —Adelanto que después del combate al robo de combustible vamos con otros, para limpiar de corrupción al país. 

Había dicho López Obrador el 28 de diciembre en el Teatro Nazas de Torreón al presentar sus Programas Integrales de Desarrollo para La Laguna: “Tenemos que buscar un acuerdo, buscar una reconciliación en La Laguna. Hace falta, para que se pueda convivir en armonía, tanto el campesino, sea jornalero, ejidatario, pequeño propietario, y el mediano y gran productor. Se puede conseguir esa armonía. 

“Se tiene que armonizar, equilibrar lo productivo con el respeto a la naturaleza, con el uso racional, adecuado, del agua. Pero todo se puede, siempre y cuando hablemos, dialoguemos y no se imponga nada. Decía el presidente Juárez: Nada por la fuerza, todo por la razón y el Derecho. 

“Vamos a buscar la conciliación y vamos a impulsar la actividad productiva, al mismo tiempo que se respete el medio ambiente. 

“No está tan complicado; además, es un desafío. Y para eso son los cambios, para resolver problemas.”

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