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El reparto de las obras

El Bodegón / Opinión / 8 diciembre, 2018

El Bodegón #326 noviembre 2018

Cada gobierno municipal o estatal tiene su reparto de obras, por medio del cual el Director de Obras Públicas, por indicaciones de su jefe y por iniciativa propia, reparte las obras entre un determinado número de empresas de la construcción. Se supone que en este reparto le da preferencia a empresas locales y del estado, pero eso puede no suceder, desplazando a los locales y trayendo a gente de otras partes del país, lo que le permite manejar a modo la obra pública. Con esta influencia de reparto de obras, se tiene un control sobre la Cámara de la Industria de la Construcción, donde meten mano en la designación de su titular y en que sirvan de mediadores, para mantener más o menos tranquilo al gremio. Hoy los constructores de La Laguna no parecen nada contentos con el gobierno municipal de Jorge Zermeño y con el gobierno estatal de José Rosas Aispuro. En el caso del gobierno de Jorge Zermeño se quejan de que casi todo se está designando a discreción y además ha aparecido un constructor, de nombre Mario Escurdia, quien, dicen, es originario del DF, amigazo del excelentísimo don Jorge Zermeño y se está llevando casi todo el pastel o por lo menos la mayor parte de éste. Tomás Galván, cachondea a los demás con su labia, pero les reparte obritas menores, pues además todo indica que ya se les acabó el presupuesto de este año y están pidiendo fiado, con cargo al año próximo, pero nadie se explica porque ya no hay dinero si no hay más que obritas menores en este 2018. En la parte de Durango, donde el gobernador es cada vez más una figura decorativa para el paisaje político, ya las cosas estaban complicadas y ahora, con la tormenta electoral de la cual emergió Morena arrasando con todo, las cosas se han puesto imposibles, pero aun así el Secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, Arturo Salazar, a través de tres o cuatro constructoras controla prácticamente toda la obra pública que realiza el gobierno estatal en Durango, por ejemplo, dicen los enterados, que en Gómez Palacio los mejores contratos se le han asignado a una empresa de Chihuahua que nadie conoce por estos rumbos y, el resto de las obras casi todas son para empresas de la capital durangueña, dejando a los constructores locales con las migajas del pastel, y así ha sido desde que inició este deslucido gobierno. Con los nuevos “súperdelegados” del morenismo ya se imaginará que el 2019 se pone todavía más incierto para el gremio local y regional de la construcción.


2 MIL MILLONES ¿Y QUE MÁS QUIERE?

Dicen que todos los políticos llevan dentro un pequeño pinocho, pues mienten con una frialdad y facilidad que ni un dispositivo electrónico medidor del pulso les podría detectar. Tomás Galván, el director de obras públicas de Torreón, dice, sin que le gane la risa, que tienen proyectos por 2 mil millones de pesos para tramitarlos ante las diferentes instancias gubernamentales, cuando todo mundo sabe que con el nuevo gobierno de AMLO, el centralismo no les va a dejar a los municipios y gobiernos estatal sino lo que por ley no les pueda quitar: todo lo demás lo manejarán de manera directa, popular y electorera, a través de los “súperdelegados”. Todavía no saben ni cómo, pero lo van a hacer. Como esto es algo de lo que está enterado don Jorge Zermeño, está buscando exprimir a Juan Pueblo con el impuesto predial para el 2019 y los dos años que siguen, pues sabe que las obras federales las manejarán los de Morena, así que quiere sacar recursos de donde se pueda, porque además se ha comprometido con obras de drenaje sanitario y pluvial, además de que desea emprender otros proyectos, aunque en este 2018 se ha gastado buena parte del dinero disponible, que no era poco, en obras innecesarias. Con lo de los 2 mil millones les puede pasar como aquel pequeño que andaba de puerta en puerta vendiendo uno de los perritos que recién había parido su perra en un millón de pesos; ya caída la tarde volvía el niño de regreso y no faltó el viejo acomedido que le peguntó: ¿y sí te dieron el millón de pesos por tu perrito? A lo que el pequeño contestó feliz: sí, lo cambié por estos dos gatitos de medio millón cada uno.


EL PROYECTO: LA FAMILIA ZERMEÑO

En los mentideros políticos del panismo de Coahuila y de la región, corre la voz, cada vez más insistente, de que al juvenil y sonriente septuagenario alcalde de Torreón, don Jorge Zermeño Infante, le ha dejado de interesar el PAN y cada vez es más evidente que él sólo tiene ya un proyecto político-gubernamental: el beneficio de la familia Zermeño. Su reelección causó enojos en la camarilla que controla el panismo local y estatal, al grado de que, como es de todo mundo conocido, Luis Fernando Salazar Fernández, se ha pasado oficialmente a Morena y don Guillermo Anaya Llamas ratificó el control del partido a través de Jesús de León, quienes no ven con buenos ojos a don Jorge, pero además en la sede nacional del partido las cosas han tomado un rumbo muy desfavorable a Zermeño Infante. La salida de Felipe Calderón y de la mayoría de los felipistas y las relaciones que ha encontrado gente como Marcelo Torres, dejan al señor alcalde de Torreón fuera de la jugada, pero, resulta que a él ya no le interesa sino aprovechar los tres próximos años al frente del gobierno municipal para amarrar el futuro de su familia y después retirarse con toda tranquilidad a la vida privada. No hay pues proyecto político, primero porque ya es la hora del retiro y, segundo, porque el escenario no da para seguir adelante, así que si desea saber a quién le está yendo bien y la va a ir mejor en los próximos tres años no pierda de vista a la familia Zermeño y a la media docena de amigos del alcalde que están ubicados en posiciones estratégicas de la administración y sólo reciben indicaciones.


¡ARRANCAN!

En Durango el cronómetro político-electoral ya se adelantó, con el inicio de las precampañas para las elecciones de las 39 alcaldías que integran el estado, donde el PAN y el PRI se enfrentarán, en calidad de técnicos, contra la esquina de los rudos que conforman el grupo de Morena, cuyas cuentas son ambiciosísimas, pues afirman que barrerán electoralmente a sus contrarios en todos los municipios que valen la pena, lo que incluye, por supuesto, a la capital Durango, a Gómez Palacio y a Lerdo, porque todo lo demás es morralla. En la capital la contienda será feroz en contra de José Ramón Enríquez, quien controla hoy la alcaldía, contra quien los de Morena ya abrieron fuego, mientras que en Gómez Palacio el agarrón será entre la alcaldesa Leticia Herrera y quien finalmente decida Morena. En Lerdo también será un agarrón PRI-Morena pero aún no se perfilan en firme los candidatos. No es una contienda más: el PRI se juega, literalmente, su sobrevivencia en el estado, mientras que el PAN podría sufrir también un golpe devastador, después de que ambos partidos perdieran el control del Congreso del Estado y todo lo demás este año. De entrada los de Morena, que están en plan triunfal, la tienen más que complicada en contra de Leticia Herrera.

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Redacción




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