QUE SUBAN EL PREDIAL

Por: La Redacción  

Había causado extrañeza que el gobierno municipal de Torreón, sin más, hubiera planteado el solicitar incrementar el impuesto predial hasta en un 40%, lo que suena escandaloso. 

Pero posteriormente en el seminario de Estrategias de Administración Municipal, realizado el 23 de agosto pasado en el ITESM Campus Santa Fe, en la Ciudad de México, Carlos Urzúa, quien será el nuevo Secretario de Hacienda y Crédito Público, les comentó directamente a los alcaldes que suban, al mediano plazo, el impuesto predial. 

En la opinión del que será el segundo funcionario más poderoso del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el impuesto predial es el impuesto local más importante en los países de Europa, por lo cual los alcaldes deben buscar subir su recaudación, ya que dependen en un 90 por ciento de las participaciones federales. 

Les sugirió, más específicamente, que lo suban poco a poco, porque pueden tener problemas políticos, pero puso como ejemplo la Ciudad de México que, dijo, capta el 50% de todo el impuesto predial que se recaba en el país, porque la tasa es de un 8% pero a principios de año como promoción es del 5%, mientras que en el resto del país es muy baja. 

Lo anterior significa que por cada millón de valor catastral establecido de la finca, el propietario debe de pagar 50 mil pesos. 

Inclusive les comentó a los alcaldes que utilicen sistemas satelitales o el Google Maps, para poder verificar el tamaño y las características reales de las fincas y establecer nuevo valores catastrales. 

Ya el gobierno pasado del municipio de Lerdo, que tiene una bajísima recaudación predial, además de un presupuesto general bajo que administra por cierto de forma bastante deficiente, tomó una decisión que es desconocida pero no parece en nada justa. 

Como en las villas, las rancherías y la mayoría de las colonias que integran la cabecera municipal los niveles de recaudación predial son muy bajos o, simplemente, no se recauda nada, decidieron que había que aumentar los valores catastrales de todas las quintas y fincas campestres del área de Villa Juárez, que en su mayoría son propiedad de personas de Torreón y Gómez Palacio. 

Utilizando el sistema satelital, detallaron las características de tales fincas y utilizaron el catastro para determinar el tamaño de los terrenos, los cuales son rústicos y son muy grandes si se les considera como urbanos, lo cual hicieron.  

Los propietarios compraron originalmente tierra de eriazo o tierra de labranza ejidal, construyeron poco a poco casas de campo y han ido acondicionándolas, de acuerdo a sus posibilidades, pero de pronto resulta que se los catastran como si fueran urbanos, cuando son rústicos y no tienen absolutamente ningún servicio que dependa del gobierno municipal. 

Una finca que pagaba en 2009 la cantidad anual de 692 pesos de impuesto predial, en el 2011 pasó a pagar 833 pesos. Para el siguiente año de 2012 se le incrementó a 1,093 pesos y ya para 2013 y 2014 deberá pagar 2,372 pesos cada año. El incremento es casi de un 400 por ciento. 

Muchos de los propietarios ni tan siquiera están enterados de que se hizo este incremento. Lo sabrán años después, cuando ya su cuenta sea enorme por recargos. 

EL PENSAMIENTO CENTRALISTA 

Es cierto que el impuesto predial es muy alto en la mayoría de los países europeos desarrollados, pero la cuestión es que todo impuesto tiene como principio la retribución del mismo en servicios e infraestructura, lo que no sucede en México. 

En colonias de tipo medio de Torreón, donde el impuesto predial ya significa para los propietarios una cantidad considerable cada año, dado nuestro nivel de ingreso, el gobierno municipal no ha reinvertido absolutamente nada, porque todos los servicios que proporciona los cobra por separado, como la recolección de basura, el alumbrado, el pavimento, etc. 

En la calle en que vive quien esto escribe, no se ha recarpeteado el pavimento por lo menos en los últimos quince años y el agua potable dejó de ser tal: está por encima de la norma en contenido  

Tal vez paguemos poco de predial pero estamos llenos de otros impuestos directos e indirectos, algunos de ellos bastante altos, como gasolinas, autopistas, tenencia de los mismos vehículos, derechos por cualquier trámite burocrático, luz costosa, servicio deficiente de policía que obliga al pago de sistemas privados de alarmas, compra de seguros, etc. 

Debido a la incompetencia gubernamental, toda la clase media tiene que destinar una parte considerable de sus gastos en servicios médicos privados y en las colegiaturas de escuelas privadas, porque el nivel de las escuelas públicas, en todos los niveles, ha ido empeorando. 

Carlos Urzúa, quien todo indica que será el supersecretario del sexenio que inicia el próximo primero de diciembre, sigue sosteniendo la idea fundamental del centralismo más férreo que ha dominado al país por casi un siglo: que los recursos públicos que maneja el gobierno central no son recursos propios de los estados y municipios, sino que el gobierno central los asigna como si él los hubiera generado. 

El ISR, el IVA, el impuesto disfrazado a las gasolinas (por cierto prometieron, hasta el cansancio, que lo quitarían), la renta petrolera y todos los demás derechos e impuesto que retiene el gobierno central los generan los estados, muchos de los cuales son mucho más productivos que la Ciudad de México, la que, en términos absolutos, nos cuesta a todo el país porque recibe una gran cantidad de subsidios. 

Por esta razón, cuando le preguntan a Carlos Urzúa si habrá cambios en la Ley que determina la distribución de los recursos a los estados, de inmediato dice que no; que se quedará como esta porque cambiarla generaría una gran controversia nacional. Por supuesto que la generaría, porque mantener el actual esquema de distribución le permitirá al gobierno central manejar, de manera directa, la mayor parte de los más de 5 billones que integran el presupuesto de egresos, que es justo lo que desean. 

Es fácil decir que se suba el impuesto predial en los municipios, cuando el nuevo gobierno central apretará, como nunca, el centralismo en el manejo de los recursos que genera todo el país. 

Todos los recursos que componen el presupuesto de los municipios y el estado de Coahuila son propios. 

Si la Secretaría de Hacienda entregara un informe de generación de recursos fiscales de los municipios y estados, contra los presupuestos que se les asignan, se generaría un escándalo nacional por todo lo alto.