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Entre la represión porril y un starbucks azul

Crónica / Crónica Principal / 3 septiembre, 2018

Por: Grisel López Manzanares 

Periodista y actriz torreonense

Crónica y análisis social

 

La semana del 3 al 7 de septiembre hubo una serie de acontecimientos que resaltaron el alto contraste que existe entre las realidades que viven los universitarios dentro de nuestro mismo país. La casual sincronización de fechas para ambos sucesos dio pie a que los ciudadanos viesen, en unos cuantos días, el panorama general de la situación en la cual se ha visto sumergido México desde hace décadas y desataron su indignación a través de las redes sociales. 

Por un lado la UNAM contestataria, por el otro los festejos del ITESM.

Lunes 3 de septiembre 

Estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) unidad Azcapotzalco se manifiestan pacíficamente leyendo un pliego petitorio frente a la casa de estudios en la explanada de la Rectoría de la UNAM. Se pedía más seguridad para los propios estudiantes, esclarecimiento del presupuesto escolar y un no rotundo a la eliminación de murales, entre otros asuntos. Durante la asamblea, llegó un grupo de choque (conocidos como porros) utilizando pasamontañas a lanzar piedras, palos y detonar explosivos contra el grupo de estudiantes. Entre las personas heridas hay dos de gravedad que necesitaron hospitalización.  

Este mismo día inicia la semana de festejo por parte de la Universidad Tec de Monterrey. Para celebrarlo, la Universidad en asociación con la famosa cadena internacional de café Starbucks, lanzan una bebida color azul.  

“La idea de crear este producto, decorado con malvaviscos de color azul y blanco en la parte superior, surgió de una iniciativa para promover el sentido de pertenencia entre los miembros la comunidad Tec”, declaró Sofía Muguiro, coordinadora general del 75 Aniversario para los medios estudiantiles. La bebida estaba a la venta únicamente en las ocho sucursales de Starbucks que se encuentran en el interior de los campus a nivel nacional. Sólo estaría a la venta del lunes 3 al viernes 7.

Miércoles 5 de septiembre 

Una máxima marcha estudiantil desde el movimiento YoSoy132 tiene lugar. Se unieron 30 mil jóvenes en la explanada de la Rectoría de la Universidad a las 14:30 hrs. La movilización fue pacífica. 30 facultades iniciaron paro de labores o paros activos. La indignación y búsqueda de responsables seguía.  

En las redes sociales se veían las noticias respecto al tema, pero al igual, comenzaron a volverse virales las reacciones de las personas ante la -ahora famosa- bebida azul del Tec. Y fue aquí donde los ya existentes contrastes comenzaron a volverse más visibles.  

Viernes 7 de septiembre 

“ La Rectoría de la UNAM celebra la participación y el orden con que se llevó a cabo la asamblea efectuada en el auditorio Alfonso Caso. Es una muestra más de la libertad de expresión de los universitarios y del interés que tienen por su Universidad”.  Una asamblea tiene lugar para continuar con la escucha de los estudiantes y llegar a una posible resolución.  

Este día es el último día de festejo del Tec de Monterrey, la fiesta de resolución se lleva a cabo con su máxima celebración con juegos, conciertos y el clásico pastel conmemorativo. En redes sociales, el disgusto por ambos acontecimientos seguía presentándose. 

Aunque pareciese un argumento válido, es sólo una muestra más de cómo cada una de las partes está cuasi encerrada en su realidad. Tanto quienes protestan sin argumentos sustentables por este tipo de desigualdad, como los que consumen su felicidad plastificada de color azul.   

En diversas imágenes que circularon por el Internet se señala a los estudiantes con diferentes prioridades creando una connotación clasista. Los alumnos del Tec de Monterrey no pidieron que la bebida fuese creada, claramente fue una estrategia por parte de ambas empresas, entonces se vuelve absurdo mostrar un descontento general entorno a esto porque no fue prioridad del estudiantado el tema de la bebida. 

Pudo haber consumidores que sí, inmersos en su burbuja pasaron este terrible suceso completamente desapercibido, pero también hubo consumidores(as) conscientes de lo que ocurría en la UNAM, mas no estaba en sus manos una solución a dicho problema.  

Fotografía emblemática del 3 de septiembre, autoría de Diego Uribe. En ella vemos a Noemí, estudiante de Filosofía y Letras, protegiendo a su novio Joel, quien fue llevado a cuidados intensivos por una puñalada en un riñón; se encuentra en recuperación. El agresor es Daniel Cruz Medrano y está entre los 18 expulsados.

El que la contraparte señale a los estudiantes de formas agresivas generando un contexto de separación de clases, es un reflejo más de cómo esa persona de igual forma está inmersa en su realidad a tal punto que no considera que una gran parte del Tec de Monterrey está integrado y sustentado por personas de una posición socioeconómica que se podría decretar como clase media. 

Que existen alumnos con beca y que si se encuentran en dicha universidad es porque consideran los beneficios educativos lo suficientemente válidos como para pagarlo con horas extras de trabajo e intereses. Que personas de diversas situaciones económicas existen en los tres niveles (de empleo y educandos) del Tec tanto como en la UNAM. 

Esta disputa que se dio en redes sociales no llegó a algo más que mostrar cómo existen personas en sus propias burbujas de realidad dentro de cualquier contexto económico. “No prostituyan su lucha porque los alumnos del Tec tengan un Starbucks azul que ni siquiera pedimos”, alguien redactó en la red social Facebook.  

Lo principal sería informarnos sobre cómo se llegó a tener un frapuccino azul por parte de una empresa norteamericana, que es un claro ejemplo del capitalismo en su esplendor, antes de señalar a los estudiantes como los culpables. Y antes de tachar de “chairos” a los protestantes de la UNAM, es preciso estudiar la larga y no grata historia que ha tenido esta universidad en torno al tema de los porros. 

¿Qué es un porro? 

“El término…‘porrismo’ denota a un conjunto diverso de hechos de violencia que tienen lugar en el espacio educativo y que están conectados, al menos en el origen, a las prácticas políticas de control corporativo que han caracterizado al régimen político en México”.- Imanol Ordorika 

Hugo Sánchez Gudiño publicó en su libro Génesis, desarrollo y consolidación de los grupos estudiantiles de choque (1930-1990), que los primeros grupos porriles datan de los años 30; el libro los define como grupos que por dinero son capaces de realizar los actos más violentos. Gudiño ubica el inicio de los grupos porriles con los grupos denominados guardaespaldas juveniles, que eran conocidos como los pistolos y cuidaban del rector Rodulfo Brito Foucher. 

¿Qué han llegado a hacer los porros? El más claro ejemplo de lo que es y hace un grupo de choque son “los halcones”, que perpetraron el ataque del jueves de corpus, o “Halconazo”, el 10 de junio de 1971, y agredieron, hirieron y asesinaron a estudiantes que manifestaban su inconformidad. 

Atacaron enfurecidos a los estudiantes, periodistas, fotógrafos y espectadores, con palos kendo, varas de bambú, varillas de hierro, rifles y pistolas. Tras ellos surgieron tanques antimotines, francotiradores en edificios aledaños y granaderos con gases lacrimógenos que cercaron a los manifestantes y, luego del ataque, impidieron auxiliar a los heridos y recoger a los muertos. El gobierno buscó minimizar la masacre al ser cuestionado desde diversos medios impresos. 

La frase “fuera porros de la UNAM” coreada por 30 mil jóvenes el pasado 5 de septiembre ha sido coreada desde hace años por parte de los estudiantes en busca de la emancipación de este grupo de choque permitido por el gobierno.  

Según el Rector Enrique Graue, ya fueron identificados los responsables de las actividades violentas, 16 hombres y dos mujeres, en su mayoría pertenecían al CCH Azcapotzalco. Aunque el rector decretó esto al día siguiente de los hechos, existen incongruencias entre los identificados y ni la PGR ni las instancias de investigación policiaca locales gustan de hacerse cargo de la investigación.  

Lejos de ser este mes el mes de la patria, inició como un mes con una clara separación dentro de una misma generación y eso sólo en el ámbito de educación superior pública y privada, a raíz de un acontecimiento violento que sólo fractura más esta idea de “nación”. 

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Redacción




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